El presidente Rafael Correa dio los ejes a seguir en el Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) 2014 que se instaló esta mañana en Quito con la presencia de delegados de 35 partidos y movimientos políticos de izquierda de 20 países de Europa y América Latina: El avance de la derecha y la restauración conservadora en la región.

Al inaugurar el evento en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, el mandatario repitió el mismo discurso que dio durante la marcha obrera del 17 de septiembre pasado y anoche, en una cadena de televisión, señalando que «claramente existe una reconstitución de las fuerzas de derecha», «que se han recuperado del aturdimiento que dejó el estruendoso fracaso del neoliberalismo» y «el surgimiento de gobiernos patrióticos y progresistas».

Surgimiento que dijo, empezó con el comandante Hugo Chávez en Venezuela en 1999 y que luego se replicó en Argentina, Brasil, Paraguay, Bolivia y Ecuador.

Para Correa, «esas fuerzas de derecha están recuperadas, articuladas nacional e internacionalmente, con estrategias de poder… vienen manipulando la información, exagerando los problemas y minimizando los logros de estos Gobiernos progresistas… y fomentando los golpes blandos”.

Siguiendo la línea del discurso del mandatario, el presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del movimiento de Gobierno Alianza PAIS, Guillaume Long, dijo que este encuentro internacional que se extenderá hasta mañana, servirá para fijar los retos de la izquierda latinoamérica en el poder frente a la evidente restauración de fuerzas de la derecha, que actualmente se encuentran articuladas y bien organizadas para desestabilizar a los gobiernos progresistas como el de Ecuador.

​»E​l resurgimiento de la derecha es un peligro, el cual hay que enfrentar integrándose no solo como gobiernos, sino como partidos y movimientos​», dijo Long, en su discurso​.

Doris Soliz, secretaria ejecutiva de Alianza PAIS, al dar la bienvenida a los visitantes, aprovechó el auditorio para hablar de la celebración del 30 de septiembre del 2010, mañana en la Plaza de San Francisco, pero no como el día de la revuelta policial, sino como el acontecimiento en «donde triunfó la democracia».​