Siguen vigentes los siete impuestos que encarecen los precios de los vehículos

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La reforma arancelaria de Lasso no ha tenido mayor impacto en la reducción del precio de los automotores.

Punto Noticias. En Ecuador sigue intacta la carga tributaria que se cancela al importar y comprar un vehículo nuevo.

Ningún cambio directo en el precio de los autos nuevos importados, que representan el 85 % del mercado nacional, ha implicado la llegada del nuevo régimen del presidente de la República, Guillermo Lasso.

Siguen vigentes siete impuestos que encarecen los costos de los vehículos en el país. Los aranceles, los impuestos a la salida de divisas (ISD), al valor agregado, a los consumos especiales, al rodaje, a la propiedad del vehículo y el Fondo de Desarrollo para la Infancia (Fodinfa).

El informe de la Asociación de Empresas Automotrices del Ecuador (Aeade) señala que cada impuesto incide directamente en el precio final del automóvil. Sin embargo, los aranceles y el impuesto a los consumos especiales (ICE) son los que más encarecen el valor de los vehículos, según Genaro Baldeón, presidente de Aeade.

Dice que el ICE es el impuesto que más distorsiona el mercado, que se aplica a los vehículos con el argumento de que son bienes suntuarios, sin considerar que se pueden utilizar como herramienta de trabajo y para garantizar el derecho a la libre movilidad.

En nuestro país, la normativa establece una aplicación gradual del ICE, que va del 5 % para los vehículos que tienen un costo final de hasta $ 20.000 al 35 % sobre los $ 70.000. Se calcula sobre el valor sugerido para la venta.

En otros países donde se aplica un tributo parecido, como Colombia, se lo calcula sobre el valor FOB, que es el valor de la mercancía puesta a bordo de un transporte marítimo, el cual abarca tres conceptos: costo de la mercancía en el país de origen, transporte de los bienes y derechos de exportación; es decir, el costo en puerto de llegada sin aún cargar los impuestos nacionales.

“Esta estructura aprobada en el 2008 establece que, a mayor equipamiento, mejores estándares de seguridad y eficiencia, más impuesto se paga, lo que limitan el acceso a nuevas tecnologías”, reclama Baldeón.

La reforma arancelaria del gobierno de Lasso incluyó unas pocas subpartidas de autopartes, que no incidió en la importación de vehículos armados, que representan el 85 % de los vehículos comercializados en el país.

La decisión del Gobierno próximamente debería tener impacto en los vehículos que se ensamblan en el país, los cuales fueron beneficiados con una exoneración total de aranceles de los vehículos completos totalmente desarmados (completely knocked-down, CKD). Antes de esta reforma, el CKD de los nuevos proyectos de ensamblaje ya tenía tarifa 0 % de arancel, indica la Aeade.

“La medida arancelaria indispensable es la reducción de aranceles. Hasta el momento hemos visto que el Gobierno nacional ha generado procesos de desgravación para materias primas, bienes de capital e insumos para la industria; sin embargo, los vehículos no han entrado en esa ecuación. Debe entenderse que los vehículos son elementos necesarios para la movilidad de los ciudadanos, no son bienes suntuarios, como en ocasiones se pretende señalar, por lo que facilitar su acceso es mandatorio”, planteó Manuel Murtinho Córdova, gerente de la Asociación Ecuatoriana Automotriz (AEA).

Fuente: El Universo.

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