Migrantes deambulan por las calles de Tulcán durante el estado de excepción

La presencia masiva de migrantes en las calles y espacios públicos de Tulcán, en la frontera ecuatoriana-colombiana, preocupa a la población, más aún cuando son mayoría frente a los pocos ciudadanos que salen de sus casas.

Sentados en aceras o deambulando por las calles de la urbe son avisados en grupos, generando temor en los contados habitantes que intentan abastecerse de productos básicos o medicinas.

Un recorrido efectuado en la ciudad por un equipo de El Universo evidenció que un 80 por ciento de personas que están en las calles son extranjeros. Sin bañarse, portando maletas, con infantes y sin ningún tipo de protección permanecen en algunos lugares.

Se desconoce como se alimentan y donde están pernoctando; sin embargo, una de las disposiciones nacionales es que deben quedarse en la ciudad donde se encuentran durante el estado excepción, especialmente en las zonas de frontera.

Esta situación preocupa a Cristian Benavides, alcalde de Tulcán, quien sostiene que esta ciudad no cuenta con albergues o casas de acogida. El burgomaestre indicó que 15 personas fueron acogidas en un espacio del Patronato Municipal.

Los controles que realizan policías y militares en esta parte de la frontera no surten los efectos esperados, a decir de Santiago Larrea, diseñador gráfico, quien pide que los viajeros sean aislados y cumplan también con la cuarentena.

Según Luis Chica, comandante de la Sub Zona de Policía Carchi, la línea fronteriza es extensa, con 37 pasos irregulares y permeable, algo que dificulta los controles para frenar el ingreso de ciudadanos de otras nacionalidades.

Trascendió que las cooperación internacional busca instalar a los nacionales y extranjeros atrapados en la capital carchense en hoteles para que cumplan con la cuarentena, pero no existe aún un pronunciamiento oficial.

Frente a la ampliación del toque de queda desde este miércoles con la imposición de multas económicas hasta prisión, se desconoce el tratamiento que recibirán los foráneos, que no cuentan con dinero, ni documentos.

Se estima que unos 600 migrantes están atrapados en la frontera sin lograr salir del país o que lograron entrar y ya no pueden continuar hacia el sur con destinos a Perú o Chile, donde dicen les esperan familiares.

Dervis Rodríguez, quien llegó el domingo de Mérida Venezuela, alquiló una pieza en 50 dólares en el norte de Tulcán para alojar a sus custro hijos y esposa. Desde ese día sale hasta los exteriores del mercado central para pedir ayuda, junto a su hijo, corriendo un alto riesgo de contagio.

Mientras que, Andrés Ponce López, alcalde de Montúfar, informó que los seis alcaldes carchenses están solicitando al COE nacional blindar los límites interprovinciales, ya que Carchi es una de las cuatro provincias donde hasta el martes todavía no se registraban casos. (I)