Caricaturas y mascotas cobran ‘vida’ en manos de una quiteña

La porcelana fría va tomando forma en las manos de Tania Bravo. Poco a poco, la masa amorfa se convertirá en una figurilla, cuya silueta está plasmada en la mente de esta psicóloga, de 36 años.

Un pequeño rincón de su casa —ubicada en el oriente de Quito— está adecuado para albergar su creatividad y manualidades. Su pasión es elaborar personajes de populares series animadas de televisión, y también mascotas.

“Lo que más he hecho son, por ejemplo, los muñecos de Horco, compañero de aventuras de He–Man”, señala mientras pule detalles del oso Tedd de la película hollywoodense del mismo nombre.

Cada una de estas diminutas obras requiere paciencia. Si las musas llegan a su cabeza y el tiempo está a su favor, Bravo puede recrear a un dibujito con el material en un lapso de seis horas. Todo dependerá de las dificultades y características de la imitación.

Por ello, Tania requiere no solo la habilidad de sus dedos sino la precisión de herramientas. Para darle unos detalles rugosos, por ejemplo, ella usa una suerte de bisturí, que va trazando las líneas de la imagen.

Sus ojos deben posarse con firmeza en su creación e intentar no equivocarse. “Tomo del Internet fotografías en diferentes posturas”, refiere la escultora.

Aparta por un momento la mirada de una de sus porcelanas y cuenta su inicio en este arte. Ella siguió a la Psicología como carrera. Entre esos devaneos universitarios, una amiga le mostró la imagen de la diosa Yemayá, deidad africana que tuvo su refugio en la cosmovisión latinoamericana.

“No pude comprarla, así que decidí hacerla”, revela Bravo con orgullo. Con el paso de las horas, le salió una figurilla similar al mítico personaje de cuerpo femenino y cabellos morenos.

Esa proeza personal fue hace ya 13 años aproximadamente. De ese modo descubrió un don con el que decidió elaborar más y más…

Los trabajos han sido innumerables. Castillos, científicos animados y cabezas de gatos adquieren forma en este singular taller.