La gasolina está cara pero no conduzcas en reserva
La gasolina está cara pero no conduzcas en reserva. La crecida de los precios de los carburantes está siendo una enorme losa en las espaldas de las familias que buscan alternativas para ahorrar unos euros. Pero no; conducir en reserva no debería ser una opción, y menos si se trata de ahorrar en nuestros desplazamientos. El motivo no es otro que porque puede ser muy perjudicial, tanto para nuestro coche (con piezas muy caras), como para nosotros mismos. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
No; conducir en reserva no sirve para ahorrar
Porque sí; con los precios de la gasolina y el diésel, son muchos los buscan la manera de poder ahorrar cada vez que tienen que pasar por la gasolinera. Y es verdad que son varios los trucos que se pueden aplicar, pero hay uno que del que no debemos caer: circular en reserva para minimizar la inversión en combustible.
Las razones son varias. Por supuesto que está el que tu coche puede sufrir daños severos y muy importantes, pero es que también puede tener el efecto contrario y salir más caro. Como tal, conducir en reserva no es que sea una práctica ilegal, ni mucho menos, pero las consecuencias de esta decisión sí pueden llevar al conductor a cometer algunas infracciones.
Infracciones que, como decimos, pueden salir caras. Es verdad que si es una cuestión esporádica no hay problema, pero en contra de algunas creencias no es beneficioso ni para el coche ni para nuestro bolsillo. Asimismo, para muchos es uno de los mayores temores de cualquier conductor, por el miedo a quedarse ‘tirados’ en medio de la carretera.
En qué consiste y por qué es peligroso
El hecho de exprimir el depósito y poner gasolina o diésel con un margen muy escaso puede provocar en el vehículo una de las reparaciones más complejas y costosas. Conducir en reserva no es bueno y en el caso de que se acaba el combustible en plena circulación el conductor se expone a una multa de 200 euros.
Los defensores del céntimo pueden afirmar que es mejor rellenar el depósito de poco en poco porque así se carga con menos peso y eso reduce el consumo. En la otra esquina está la postura asentada sobre argumentos de física que dicen que en un depósito lleno donde hay mucho menos espacio para el aire, el combustible se evapora menos y la condensación es mucho menor. De todas formas, hay algo que parece claro: no merece la pena el riesgo de circular con el depósito en mínimos a largo plazo por poder ahorrar algún euro.
Más allá de poder dañar el motor por los residuos, la reserva es de algún modo perjudicial para el propulsor ya que lo hace trabajar más de la cuenta. Al igual que a nosotros nos cuesta más succionar a través de una pajita cuanto menos líquido queda en el vaso, a la bomba de succión le cuesta más atraer el combustible cuando es escaso.
Además, al tratar de absorber los últimos resquicios de líquido se cuela aire por medio, lo que provoca que la mezcla de aire/combustible sea más pobre y por tanto menos eficiente.
Qué daños podemos sufrir
Lo recomendable sería repostar antes de que suene el piloto de bajo nivel de combustible en el depósito, pero lo habitual es acudir a la gasolinera justo cuando la luz de advertencia se enciende. Ante este escenario saltan las típicas cuestiones: qué daños podemos tener.
Así, si has pensado que, como en el mundo de la competición, llevar menos carburante hará el coche más ligero y, por lo tanto, consumirá menos… te has equivocado; cuanto más vacío está el depósito, más fácilmente se evaporará el combustible.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que sí, en el depósito de combustible de tu vehículo se pueden crear depósitos de sedimentos sólidos. Ahora bien, lo que ocurrirá es que estarán ‘flotando’ mientras estés circulando con el coche y que, cuando paremos el motor, acabarán en el fondo del depósito. Así que sería al arrancar el coche cuando podrían existir los mayores riesgos.
Apurar esta situación de conducir en reserva puede provocar que el depósito se agote del todo y por lo tanto el coche no tenga combustible para seguir su marcha. Es entonces cuando, si un agente de Tráfico se topara con un vehículo detenido en plena carretera por falta de gasolina, debería interponer una multa por conducción negligente de 200 euros de sanción. Hasta llegar a ese extremo un coche puede circular unos 45 kilómetros de media durante la reserva.