Defensores creen que es apresurada la acusación a Alexandra Ocles por caso kits de alimentos

Quito –

La Fiscalía tiene menos de 90 días para probar que en el caso por tráfico de influencias, que habría ocurrido en el Servicio Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), existió inobservancia a la normativa al no considerar el mejor costo para el Estado, no contar con los estudios de mercado respectivos y no verificar la capacidad legal de contratar por parte del posible adjudicatario, que había cambiado su actividad económica el mismo día que presentó su oferta.

El fiscal (s) Wilson Toainga aseguró, durante la audiencia de formulación de cargos del lunes último, que la exdirectora del SNGR, Alexandra Ocles; y los también funcionarios de esa cartera César E., Jorge O., Mauricio C. y Ramón R. actuaron en contra de expresa disposición legal para adjudicar la contratación de 7000 mil kits de alimentos.

De falta de objetividad en la investigación es lo que acusa Guido Prado, abogado de Ocles, a Fiscalía, pues, dice, se le formuló cargos a su cliente sin antes llamarla a rendir versión y conocer qué sabe.

Para Stalin Raza, defensa de Mauricio C., la información que tiene Fiscalía es insuficiente y le parece que la formulación de cargos obedeció más a la necesidad de responder a la presión colectiva.

La Fiscalía durante la audiencia señaló como elemento de convicción la versión dada por el director de Atención Humanitaria y procesado, Mauricio C. El funcionario indicó que él no participó en la contratación ni selección del proveedor de los kits, pues se le designó para apoyar a los COE nacional y provinciales.

Lo que sí aclaró es que el 30 de marzo pasado llegaron a su domicilio dos funcionarios para “recoger su firma de aprobación en los términos de referencia, informe de necesidad, de idoneidad y aval para el Ministerio de Finanzas”. Los documentos habrían tenido firmas de elaboración y aprobación, pero no estaban completos, indicó, y al preguntar él por el resto de la documentación le explicaron que se necesitaba de “suma urgencia” los papeles, que “todo estaba en orden”, que “no había ningún problema”.

Raza tiene claro que a su cliente se le dijo que todos los procesos habían sido revisados por los funcionarios administrativos a cargo de la contratación. Según él, Mauricio C. tuvo una posición técnica en lo referente a lo que le correspondió decir: que era necesario entregar kits de alimentos a la población y establecer cuáles deberían ser las características de los productos desde el punto nutricional y no desde el punto de vista de los precios o las cantidades. (I)