La desesperación de no saber cómo arrancar a su hijo de 13 de las garras de las drogas, llevó a Nancy (nombreprotegido) hace aproximadamente dos meses a encadenarlo en su vivienda, en el recinto Nuevo Israel de la vía SantoDomingo-ElCarmen.

Desde hace un año, Luis (nombreprotegido) consume base decocaína. Él le dijo a su madre que un amigo le hizo probar el estupefaciente y en adelante no ha podido alejarse del consumo.

“Yo tengo miedo de que me le hagan algo, me lo violen o si anda robando, que a eso llegan por la droga, lo puedan matar… una amiga lo vio durmiendo en el parque en la madrugada”, señaló con su voz quebrantada y justificó el encadenamiento.

Y es que Nancy trabajaba de cocinera en una casa y el adolescente aprovechaba su ausencia para escaparse y no llegaba sino hasta la madrugada. En la calle, Luis pide dinero a los transeúntes y lo emplea en comprar el ‘polvo’ que consume. “Yo pido que me ayuden a internarlo, ya no sé que más hacer. Estoy desesperada”, dijo llorando la progenitora.

La mañana de ayer, agentes de la Dirección Nacional de Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen) de SantoDomingo llevaron al menor con un psicólogo del Ministerio de Salud para que emita un informe de su situación.

El oficial Manuel Sánchez de la Dinapen expresó que gestionan ante un juzgado la orden y el cupo para que el menor sea ingresado a uno de los centros de rehabilitación estatales, pues la familia no cuenta con los recursos para costear uno privado.

Luis cursa el séptimo año de educación básica y por sus problemas de adicción su madre teme que no pueda tener un buen futuro. Ella pide a las autoridades que la ayuden a salvar a su hijo del vicio.