La derecha vuelve a triunfar en Israel

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, triunfó en las elecciones parlamentarias que tuvieron lugar ayer. De esta manera, el mandatario logra su tercer mandato consecutivo desde 2009, que se suma a uno más ejercido entre 1996 y 1999. Netanyahu defenderá una agenda conservadora y buscará evitar la creación de un Estado palestino, continuando su lucha contra Hamás en Gaza y gobierno islámicos, como el de Irán.

Los apretados comicios del día de ayer parecían conducir a un empate entre la derecha, encabezada por Netanyahu, y la coalición de izquierda y centro que lo enfrentaba, comandada por el laborista Isaac Herzog, quien defendía la fórmula de la coexistencia de un Estado judío y uno musulmán en el territorio israelí.

Israel es una democracia parlamentaria, lo que significa que el Poder Legislativo tiene preeminencia sobre el Ejecutivo. El parlamento, también conocido como Knéset, elige a un presidente (puesto más bien honorario) y a un primer ministro, que debe ser uno de sus diputados y que ejerce realmente las labores de gobierno. Todos los miembros del parlamento son plurinominales, lo que implica que no se vota por ninguno es específico, sino por una fuerza política en general. La fuerza política con más votos es la que tiene derecho a proponer un plan de gobierno. El plan debe ser aprobado por al menos 61 de los 120 legisladores.

Netanyahu obtuvo el triunfo con 30 diputados, mientras que la coalición de izquierda y centro, Unión Sionista, obtuvo 24. Aunque el presidente del país, Reuven Rivlin, invitó a ambos a conformar un gobierno de coalición, Netanyahu anunció que buscará el apoyo de los grupos de derecha minoritarios para aprobar su plan de gobierno, sin necesidad de aliarse con una oposición que se opone diametralmente a sus políticas.

Durante el final de las campañas, ambos grupos habían radicalizado sus proyectos. Mientras Netanyahu defendía una agenda basada en la necesidad de proteger al país de lo que califica como «la creciente amenaza musulmán», el partido laborista proponía dar prioridad a los problemas de política pública, entre los que se cuenta la pobreza infantil (que se acerca al 25%) y el encarecimiento de la vivienda, que ha subido 50% desde 2008. Netanyahu propuso en la recta final vetar cualquier intento de  creación de un Estado musulmán en el territorio israelí, mientras que Herzog propuso bajar las tazas para créditos hipotecarios

Desde el día de ayer, el primer ministro celebraba adelantadamente su triunfo, prometiendo integrar la agenda social a su gobierno. El día de hoy, los líderes de la oposición, incluyendo a Herzog, lo llamaron para felicitarle.

Netanyahu comandó la operación Borde Protector contra Hamás en la Franja de Gaza el año pasado. Fue señalado, incluso por sus más cercanos aliados, por su violación al principio de fuerza proporcional y por las miles de muertes de niños palestinos. Actualmente, la derecha de Israel tiene problemas diplomáticos con varios gobiernos, incluyendo el de Estados Unidos.

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