La caída de ceniza en Guayaquil se debió a la fuerza del viento, según explicó.

Punto Noticias.Varias localidades del país amanecieron cubiertas de ceniza lanzada por el volcán Sangay, ubicado en la provincia de Morona Santiago, entre la noche del lunes 8 de junio y madrugada de este martes 9.

La dirección del viento llevó a varias ciudades, que fueron afectadas con el material volcánico, como Guayaquil, en donde los ciudadanos se levantaron muy temprano para lavar sus vehículos, que estaban llenos de una capa de ceniza.

El Servicio Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias informó que también hasta la provincia de Chimborazo llegó la ceniza del Sangay, que cayó en la parroquia de Cebadas y en el cantón Alausí, ubicados al occidente y suroccidente del volcán.

Para Benjamín Bernard, vulcanólogo del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, este fenómeno es parte del actual proceso eruptivo constante, que inició el Sangay en mayo de 2019.

La erupción continua del volcán provoca varios fenómenos, como explosiones, emisiones de ceniza y, en particular, flujos de lava persistentes, que descienden por el flanco suroriental de la montaña, que forman pequeños flujos piroclásticos que van a la cabecera del río-volcán, que produce una acumulación muy grande de material, explicó el experto.

El material acumulado es removido por la lluvia y llevado hacia el río Upano, pero también puede ser removido por el viento, que lleva la ceniza fina a sitios aledaños al volcán, según Bernard.

En este contexto, señaló que la caída de ceniza en esas localidades no es un evento nuevo, que ya se ha registrado de manera repetitiva. Lo novedoso es que la fuerza del viento trasladó el material hasta Guayaquil.

Según el vulcanólogo, sobre la cantidad de ceniza caída, no es por un incremento mayor del proceso eruptivo, comparado con eventos anteriores, debido a que el volcán está en actividad constante, lo que sirve como válvula de escape, y todo el tiempo hay lava saliendo del cráter, por lo que no hay acumulación de presión evidente.