La Asamblea nos excluyó del debate, cuando éramos parte del debate, no éramos una comisión ciudadana cualquiera, somos parte fundamental del proceso, agregó su titular.

Pablo Dávila, presidente del autodenominado Comité por la Institucionalización, reprochó que la Asamblea Nacional haya negado las reformas a la Constitución que se propusieron por parte de ese grupo integrado ademá, de su persona, por el constitucionalista Hernán Pérez, el excanciller José Ayala Lasso y el escritor Simon Espinosa.

“No es democrático lo resuelto en la Asamblea Nacional, lo que hemos vivido es una muestra de cómo todo el planteamiento al menos teórico sobre la promoción democrática participativa que fue la que más se difundió a través de la carta de Montecristi, no existe en la práctica”.

Señaló que pese al rechazo del Legislativo, el Comité llegará hasta las últimas consecuencias pues, dijo, se tratan de 300 mil firmas que apoyaron la iniciativa que proponía entre otros temas la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana (Cpccs), transformar a la Asamblea en bicameral y una mayor autonomía para la Fiscalía.

“Vamos a continuar con nuestra cruzada hasta el final, vamos a llegar a la Corte Constitucional”.

Dávila rechazó además que la Asamblea Nacional haya excluido a la agrupación del debate, cuando eran una parte fundamental del mismo: “No éramos una comisión ciudadana cualquiera”.

Criticó incluso que algunos miembros de la propia Comisión Ocasional, que analizó la propuesta de reformas, se abstuvieron de votar sobre el propio informe pese a que fue cambiada y tergiversada al planteamiento inicial: “Pese a eso ninguna pudo ser aprobada por la Asamblea, quiere decir que no tienen ningún poder y si lo tuvieran no pudieron defender lo que ellos llevaron al pleno”.

“Lo actuado por la Asamblea y Comisión es una vergüenza para todos los ecuatorianos, porque nos han prohibido expresarnos en las urnas (…) Atropellaron nuestros derechos y del resto de ecuatorianos que pedimos expresarnos en las urnas”.

Insistió en que la ciudadanía pudo votar en las urnas rechazando las reformas y hasta los asambleístas hacer campaña y defender su cuota parcial de poder: “Pero no podían prohibirnos la posibilidad de expresarnos y decidir qué Ecuador queremos para el futuro”.

Fuente: Ecuavisa