¡Niño banquero dará asesoría a estudiantes en Ecuador!

José era un estudiante como los demás, aunque lo diferenciaba su liderazgo. Y por ello fue electo alcalde escolar del plantel donde estudiaba. Desde ese cargo, él se dio cuenta de algo que parecía tan común: sus compañeros malgastaban la propina que recibían de sus padres.

Entonces formó una ‘revolución’ económica que terminó por favorecer a todos quienes se sumaron a su idea: padres de familia y sus amigos y compañeros de aulas. Inquieto por lo que observó, decidió proponer al cuerpo docente la idea de formar una institución financiera para promover la cultura del ahorro. Así nació el Banco Estudiantil de Arequipa. Comenzó con 20 alumnos y ahora tiene cerca de 3.500 afiliados.

El banco permite que los estudiantes lleven los residuos que se generan en sus hogares y en las escuelas, para a cambio recibir dinero que es destinado a su cuenta de ahorros, que abren en la institución. Otra alternativa es depositar lo que reciben para sus recreos.

Hoy, José Quisocala Condori, de 14 años, está en Guayaquil, para compartir su experiencia y desde ya se comprometió a dar asesoramiento al primer Banco Estudiantil del Ecuador que funciona desde el 2010 en un aula de la Unidad Educativa José Domingo de Santistevan, de la Junta de Beneficencia de Guayaquil.

Allí se ofrecen servicios de ahorro y préstamos de consumos y microempresariales desde octavo básico hasta tercero de bachillerato.

El compromiso de asesoría con José se pactó luego de una charla motivacional de emprendimiento y gestión ambiental, que ofreció el niño banquero el jueves 20 de junio del 2019, en ese plantel que gestionó su visita.

Nancy Gutiérrez, rectora del plantel, dice que el trabajo que están realizando los estudiantes es el resultado de la enseñanza que reciben. Ellos aplican lo que saben.

“El Banco Estudiantil del Santistevan está dirigido por un grupo de alumnos, quienes forman parte de un organigrama institucional en el que intervienen el gerente general, el de marketing, de recursos humanos, financiero, tecnológico, entre otros. El principal objetivo es incentivar en los jóvenes el ahorro y la inversión para que sean sujetos de crédito y generen sus propios negocios”, comenta Gutiérrez.

Ella adelantó que, con la experiencia impartida por el niño arequipeño, estudiarán la posibilidad de hacer del reciclaje una fuente de ingreso para los socios del banco. “Es una forma brillante de vincular la economía y el impacto climático”, manifestó la autoridad del plantel, quien entregó al huésped una placa de reconocimiento por ser un ejemplo para la niñez y la juventud; así como un retrato elaborado por un estudiante del plantel.