Huawei P50 Pro, análisis: el mejor móvil
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Huawei P50 Pro, análisis: el mejor móvil de Huawei brilla pese a tenerlo todo en contra
Con un poco de retraso tras el lanzamiento en China, pero sin que por ello pierda todo el atractivo: el Huawei P50 Pro ya es oficial en España. Lo tenemos en nuestro poder, hemos pasado varios días a su lado y procedimos a analizarlo: pese a sus obvias carencias, es un móvil capaz de enfrentarse a lo mejor del mercado y, aun así, salir airoso.
Analizar un Huawei implica darse de bruces con la misma piedra que la marca lleva tratando de superar tras el encontronazo con Estados Unidos: la ausencia de las aplicaciones y servicios de Google pesa mucho. Pero no dejemos que este hecho incontestable marque el análisis, que el Huawei P50 Pro tiene mucho que decir.
Ficha técnica del Huawei P50 Pro
DIMENSIONES Y PESO
- 158,8 x 72,8 x 8,5 mm
PANTALLA
- 6,6 pulgadas OLED 120 Hz, FHD+ (1.228 x 2.700 píxeles)
PROCESADOR
- Snapdragon 888 4G
RAM
- 8/12 GB
ALMACENAMIENTO
- 128/256/512 GB
CÁMARAS TRASERAS
- 50 megapíxeles f/1.8
Cámara monocromo 40 megapíxeles f/1.6
13 megapíxeles gran angular f/2.2
Telefoto: 64 megapíxeles f/3.5 OIS, zoom óptico 3,5x, zoom digital 100x
CÁMARA FRONTAL
- 13 megapíxeles f/2.4
BATERÍA
- 4.360 mAh
Carga rápida de 66 W
Carga inalámbrica de 50 W
SISTEMA OPERATIVO
- Android 11
EMUI 12
CONECTIVIDAD
- 4G
WiFi 6
Bluetooth 5.2
USB C 3.1
NFC
GPS
OTROS
- IP68, lector de huella dactilar bajo la pantalla, sonido estéreo
PRECIO
- 1.199 euros
Diseño: excelente construcción con apariencia alargada
El Huawei P50 Pro hereda las líneas de diseño que imperan habitualmente en Huawei para ofrecer un acabado de enorme calidad con el acostumbrado marco de aluminio y la doble cara de vidrio endurecido. El canto es muy fino: debido a las curvas en los laterales, tanto de la cara trasera como de la delantera, agarrar el teléfono es una experiencia cómoda (y algo «cortante»). A esto contribuye su ancho, bastante reducido.
El frontal se ve muy bien aprovechado gracias, precisamente, a la pantalla (muy) curvada. Agujero superior central para la cámara delantera (Huawei prescinde del escaneo facial en 3D, sí ofrece desbloqueo usando el sensor, menos seguro), simetría para los marcos y cantos de metal con un corte recto arriba y abajo. En esas zonas es donde se enclavan los sensores y las conexiones.
No se hace pesado, tampoco demasiado grande. Sí que se aprecia alargado: la diagonal de 6,6 pulgadas del panel, el ratio 19:9 y las curvas en los laterales terminan estilizando el teléfono, tal vez demasiado (resulta difícil llegar arriba usando el móvil con una mano). El tacto es de enorme calidad.
En los laterales Huawei coloca los botones de encendido y de volumen, finos y sin dificultades en la pulsación; en el canto de arriba se sitúan el sensor de iluminación, el emisor de infrarrojos, uno de los altavoces estéreo y un micro; el lateral derecho queda desnudo; en el canto inferior el Huawei P50 Pro monta el USB C (que comparte con el segundo altavoz estéreo, la bandeja SIM (doble o SIM y NM Card de hasta 256 GB) y un segundo micro.
La cara trasera marca la estética del teléfono y también su carisma: dos áreas de objetivos circulares y enormes decorando una superficie lisa que presenta un tramado delicado en apariencia textil. La cara de cristal es completamente lisa y resbala en mano, aunque repele bastante bien las huellas.
Pantalla: alta resolución, gran fluidez y una representación muy natural de los colores
Nada más encender la pantalla ya apreciamos la gran calidad que Huawei ha puesto en su panel, también el principal inconveniente que se le puede plantear a su formato: los bordes curvados son en exceso curvados. Esto estrecha el teléfono y lo alarga; lo que arroja la sensación de que el Huawei P50 Pro parece más panorámico de lo que en realidad es.
Más allá de gustos personales sobre si una pantalla curvada es más adecuada o no para un teléfono (bajo nuestra opinión, se aprovechan mejor los paneles rectos), la que ha elegido Huawei para el P50 Pro es de excelente calidad. Muy nítida, con resolución FHD+ de 1.228 x 2.700 píxeles que puede ajustarse de forma automática para reducir (algo) el consumo, con una tasa de refresco de hasta 120 Hz (también automática) y frecuencia de muestreo táctil de 300 Hz.
La representación de color es personalizable desde los ajustes de la pantalla y ofrece una configuración por defecto suficientemente acertada (colores muy naturales en el modo normal). La nitidez y el detalle son altos (450 PPI), los ángulos de visión son excelentes (no se aprecian alteraciones de color al cambiar el ángulo, sí cierta pérdida de brillo) y la respuesta al toque queda al máximo nivel.
El brillo en exteriores es suficiente; con algo de dificultad para percibir los detalles si le incide directamente la luz del sol. En completa penumbra el brillo mínimo molesta ligeramente a la vista. Y la variación automática en el ajuste de iluminación suelen ser acertado, siempre con cierta lentitud tras los cambios repentinos de iluminación ambiental.
La experiencia con la pantalla del Huawei P50 Pro ha sido muy buena en todas las condiciones. El móvil incluye un modo noche personalizable, posee un modo oscuro bien adaptado y el lector de huellas bajo el panel no nos dio problemas.
Sonido: gran potencia con sus altavoces estéreo con carencias en el Bluetooth
Un móvil de la más alta gama no puede ofrecer una experiencia auditiva de bajo nivel, eso es un hecho. Y, dado que Huawei apunta a los más alto con su P50 Pro, también hace lo propio con el audio del teléfono: tanto para escuchar música como para disfrutar de las películas o series, el sonido es excelente.
El Huawei P50 Pro monta una pareja de altavoces estéreo, cada uno en un extremo del teléfono y con su propia salida externa (el altavoz inferior ya no se enclava en el USB C, como en anteriores modelos). Esto arroja un audio de gran potencia usando los altavoces, también rico en detalles y sin distorsiones, incluso a gran volumen. Dicho volumen es muy alto.
Dados los problemas con la tecnología estadounidense, nuestro protagonista presenta ciertas carencias que no se aprecian en otros competidores. Por ejemplo, se echa en falta las mejoras de audio con Dolby Atmos. Y otro componente que siempre es bienvenido cuando se utilizan los auriculares Bluetooth: el Huawei P50 Pro no ofrece códecs aptX, de Qualcomm. Sí incluye SBC, AAC, LDAC y L2HC.
La experiencia escuchando música con los auriculares es de gran calidad: el sonido tiene buena pegada en bajos, es rico en detalles, se aprecia equilibrado y muy nítido. El Huawei P50 Pro no incluye conector de auriculares, sí que ofrece salida a través del USB C. Puede utilizarse un adaptador a Jack de 3,5 mm sin la necesidad de DAC externo: el conector ofrece salida analógica.
Rendimiento: rápido como el rayo pese a tener un procesador de 2021
El Huawei P50 Pro es un móvil que la marca presentó en julio de 2021 en China. Por tanto, el hardware hereda esa misma antigüedad pese a que su lanzamiento acabe de producirse en España. No es que este hecho diluya demasiado el desempeño ya que se mostró rápido y capaz durante todas nuestras pruebas: el móvil vuela. Aun así, que Huawei pide un precio de gama «premium» por un móvil que sale en 2022 con el Snapdragon 888 termina penalizando al usuario.
El SoC, la RAM y el almacenamiento funcionan en comunidad para ofrecer una experiencia súper veloz en todo momento. El salto entre aplicaciones es instantáneo, la fluidez de la pantalla a 120 Hz es una delicia, el Huawei P50 Pro ejecuta los juegos a la máxima calidad gráfica posible (disfrutar de Fortnite con las texturas de alta resolución y a 60 fps resulta impresionante) y no hemos apreciado el más mínimo «lag».
Sí notamos un calentamiento notorio, a veces excesivo dada la situación del móvil: incluso sin tener apps exigentes en primer plano (cuando realiza tareas en segundo plano). Un mal heredado del Snapdragon 888, seguramente.
A continuación reflejamos la tabla comparativa de benchmarks entre otros móviles que son de su competencia.
La ausencia de 5G es una clara penalización, incluso pese a que las redes aún no estén totalmente extendidas. Dispone de tarjeta SD con formato propietario de Huawei (NM Card), ofrece doble SIM e incluye el siempre bienvenido emisor de infrarrojos.
Otro punto a destacar en el apartado del hardware es el lector de huellas dactilares bajo la pantalla. El Huawei P50 Pro equipa uno óptico que, a tenor de nuestras pruebas, funciona de forma rápida y precisa. Es suficientemente fiable y no nos ha provocado fallos leyendo la huella a la primera.
Huawei complementa el apartado de seguridad biométrica con el desbloqueo facial aprovechando la cámara delantera. No ofrece tanta seguridad como el escaneo facial en 3D del Huawei Mate 40 Pro, pero sí facilita desbloquear rápidamente el teléfono sin hacer nada más que tomarlo en la mano. Es casi instantáneo, también el registro de un nuevo rostro.
Batería: un consumo algo alto compensado por la excelente carga rápida
Nos hemos encontrado con ciertos altibajos durante el tiempo que el Huawei P50 Pro estuvo a prueba. Si bien la autonomía es suficiente para un uso habitual durante una jornada, el consumo crece de manera notable conforme se arrancan tareas más exigentes. Y no sólo con los juegos de alta carga gráfica.
El consumo en segundo plano es comedido, EMUI 12 realiza una buena gestión (tiene cierta tendencia a terminar procesos sin que el sistema resulte demasiado agresivo). Eso sí, si el Huawei P50 Pro realiza tareas en segundo plano el consumo se dispara; como cuando actualiza apps o mientras se descargan los datos sin la aplicación en primer plano. Con otro aspecto negativo: el calor.
El móvil tiende a calentarse bastante, incluso aunque no se expriman las capacidades del hardware. Aquí se aprecia el Snapdragon 888: no es un SoC que se caracterice precisamente por ser «fresquito». El Huawei P50 Pro disipa suficientemente bien el calor ya que termina transmitiéndose a todo el teléfono reduciendo la temperatura en su conjunto.
De media, nos ha durado poco más de un día con un uso habitual: datos móviles, bastante red social y mensajería, juegos de gran potencia (sin abusar durante mucho tiempo), navegación web y reproducción de contenido por Netflix. Las horas de pantalla se situaron en torno a las cinco; subiendo hasta las seis/siete economizando al máximo consumo y uso.
El Huawei P50 Pro dispone de carga inalámbrica rápida a 50 W y de carga rápida con cable a 66 W. Los tiempos con el cargador incluido por la marca son los que siguen (de 0 a 100 %):
- 5 minutos de carga: 8 % de batería.
- 10 minutos de carga: 26 % de batería.
- 15 minutos de carga: 39 % de batería.
- 20 minutos de carga: 51 % de batería.
- 25 minutos de carga: 64 % de batería.
- 30 minutos de carga: 75 % de batería.
- Total: 48 minutos.
Un detalle más a destacar es que cuesta que se active la carga superrápida: a menudo hay que desconectar y volver a conectar el USB C para que el móvil encienda el chute de energía. Con un inconveniente: si la batería está próxima al 1 % a veces se apaga el teléfono antes de que consiga cargarse lo suficiente como para sobrevivir encendido. Nos ocurrió varias ocasiones mientras realizábamos las pruebas de carga.
Software: la principal piedra en el camino
Analizar un móvil de Huawei implica hacer mención al principal problema que acarrea la marca desde que Estados Unidos le aplicó el veto comercial: no ofrecer las apps y servicios de Google lastra en tal medida la experiencia que resulta muy difícil aprovechar las posibilidades del teléfono. Y eso que éstas son bien altas.
Resulta más que factible utilizar un móvil de Huawei sin Google, basta con encontrar alternativas a todo lo que se usa habitualmente en un smartphone. Aurora Store es una herramienta excelente para bajar aplicaciones sin Google Play, por ejemplo (funcionarán siempre que no dependan de los Play Services). Nos ha sido de vital ayuda con el Huawei P50 Pro.
Las web apps solucionan una buena parte del problema de no tener acceso a aplicaciones que requieran los servicios de Google Play. Y Huawei se ha volcado en facilitar la experiencia de los usuarios: herramientas como el buscador Petal Search, la AppGallery o Quick Apps (aplicaciones web que se instalan como apps) hacen mucho más llevadera la carencia de software. Pero hay que pelearse con dicha carencia; un detalle que lastra de manera notable la experiencia de uso.
Más allá del principal problema del teléfono, el Huawei P50 Pro parte actualizado a EMUI 12 con Android 11 como sistema operativo de base. Los cambios con respecto a la versión anterior de la capa no son exagerados, sí se aprecia una estética más refinada, Huawei ha redefinido el centro de control (ahora está separado de las notificaciones, algo molesto y que no puede configurarse), renovó sus aplicaciones y mejoró la gestión de permisos.
Con el teléfono vienen aplicaciones añadidas a las propias de Huawei (bloatware) que se pueden desinstalar. El Huawei P50 Pro puede personalizarse en gran medida (temas, ajustes, opciones extra…), EMUI 12 permite gestionar los dispositivos cercanos de manera sencilla (Dispositivo+), incluye el asistente Celia y multitud de sugerencias en menús, apps y pantallas. Muchas de publicidad (la mayoría puede desactivarse).
Huawei mantiene EMUI 12 de manera internacional centrando HarmonyOS sólo para China, al menos en móviles (sí está disponible en relojes y en la tablet Huawei MatePad 11). La marca nos confirmó que los smartphones europeos terminarán actualizando a HarmonyOS, sin fechas previstas. Es de suponer que este Huawei P50 Pro sea uno de ellos.
Cámara: versátil, de enrome calidad y con un sensor monocromo que no termina de dar mucho juego
Tras el batacazo que el Huawei P50 Pro se pega en el apartado del software toca analizar una de sus mayores virtudes: la captura multimedia. El camino que lleva Huawei en el segmento de las cámaras móviles logró que la marca se colgase numerosas medallas por la calidad de las instantáneas y su verosimilitud de color. Todas merecidas, también nuestro protagonista se las gana.
Bajo el discutible carisma del enorme doble módulo circular (o se ama o se odia, no hay término medio), el teléfono esconde un elenco de de objetivos, sensores y software que logra captar cualquier escena de manera fiel, nítida y luminosa. Incluso en situaciones oscuras, como veremos más adelante.
Las características concretas de la equipación de cámara incluida en el Huawei P50 Pro son:
- Principal: sensor de 50 megapíxeles, óptica con valor de apertura f/1.8, longitud focal equivalente a 23 mm, autoenfoque láser y por detección de fase (PDAF) y estabilización óptica (OIS).
- Ultra gran angular: sensor de 13 megapíxeles, óptica con valor de apertura f/2.2 y longitud focal equivalente a 13 mm.
- Teleobjetivo: sensor de 64 megapíxeles, óptica con valor de apertura f/3.5, longitud focal equivalente a 90 mm, autoenfoque por detección de fase (PDAF), estabilización óptica (OIS) y zoom telescópico 3,5x.
- Cámara monocromática: sensor de 40 megapíxeles, óptica con valor de apertura f/1.6 y longitud focal equivalente de 23 mm.
- Cámara frontal: sensor de 13 megapíxeles, óptica con valor de apertura f/2.4 y longitud focal equivalente de 23 mm.
Las características de hardware se encuentran a un excelente nivel, también el software acompaña: la app de captura del Huawei P50 Pro cumple con lo que cualquiera desearía a la hora de retratar una escena. Modo normal para sacar la mejor toma de forma automática y con independencia de la situación (es el más recomendable de todos, incluso de noche), modos especializados en ámbitos concretos, funciones lúdicas y una sección «Pro» desde la que ajustar manualmente los parámetros clave de la foto (se echa de menos el histograma y el «focus peaking» en el enfoque manual).
La cámara principal de 50 megapíxeles se basta y se sobra para sacar un gran rendimiento en la mayoría de situaciones. Las fotos que obtiene son de gran calidad incluso con iluminación reducida, los colores son muy naturales, el balance de blancos se ajusta perfectamente a las condiciones del ambiente, el rango dinámico está a muy buen nivel y la exposición acostumbra a ser correcta. Puede saturar ligeramente los rojos y los azules si existe cierto dominio de esos colores en la escena, tanto en interiores como en exteriores.
El gran angular pierde nitidez con respecto al sensor principal, a menudo demasiada, sobre todo con iluminación decreciente. Con otro defecto: acusa la deformación óptica en los extremos de la imagen, el software no termina de corregir el lógico defecto de la lente gran angular.
El telefoto ofrece un objetivo telescópico que logra buenos resultados hasta 3,5x: pese a que se aprecia cierta falta de nitidez las fotos son buenas. Más allá el Huawei P50 Pro aplica zoom híbrido; con lo que hacen aparición las acuarelas. La interfaz ofrece salto entre 3,5x y 10x; con subida hasta los 100x si se desliza el dedo por la zona de zoom. A esos niveles tan altos sólo se aprecian acuarelas; por más que pueda ser útil en determinadas circunstancias, como en las fotos de la luna.
El Huawei P50 Pro combina el hardware de captura con un sensor monocromo que, en teoría, sirve de apoyo al principal para así mejorar la nitidez de las tomas, los retratos y el enfoque. También puede utilizarse de manera independiente: los resultados añaden cierta nostalgia e impacto a las instantáneas. Con una pega: el procesado tiende a subexponer, especialmente en interiores. Además, los resultados no son demasiado mejores que aquellos que se obtienen aplicando un filtro en blanco y negro.
El modo retrato no suele aplicar tanto bokeh como otros teléfonos, a veces hasta se echa de menos algo más de desenfoque en las tomas (siempre puede ajustarse la apertura con el modo específico, el de apertura). Los rostros aparecen nítidos, el nivel de detalle es muy alto y mantiene bastante bien los distintos tonos de piel.
En situaciones de baja iluminación el Huawei P50 Pro aprovecha la estabilización óptica del sensor principal para capturar luz a base de ampliar el tiempo de exposición (y de subir la ISO). Con muy poca luz las tomas aparecen irreales con el modo noche, no tanto en modo automático. Tiende a equilibrar suficientemente bien el rango dinámico, mantiene el balance de blancos original y no arroja excesiva acuarela mientras exista un mínimo nivel de iluminación.
El enfoque es rápido y preciso, tanto con un toque sobre la pantalla como en el autoenfoque. Sí se aprecia algo de diferencia entre lo que se ve en el visor y aquello que el Hauwei P50 Pro termina guardando en el carrete, sobre todo con la cámara monocromática. Además, el tiempo de procesado se extiende para ser un gama tan alta: a veces puede tardar en completar la imagen más de dos segundos. Eso sí, esto no le impide seguir disparando mientras tanto como si nada.
La cámara frontal que equipa el Huawei P50 Pro mantiene el buen desempeño de sus hermanas posteriores ofreciendo selfies de buen detalle y con colores muy naturales. El rango dinámico es muy alto, aplica un desenfoque muy suave (incluso en modo retrato), el contraste es correcto y también la nitidez.
A continuación tienes una muestra de imágenes tomadas con el Huawei P50 Pro. Si deseas verlas en su resolución original puedes acceder a esta carpeta de Google Drive.
En el apartado del vídeo el Huawei P50 Pro mantiene el gran desempeño que ofrece en fotografía para obtener tomas de muy buena calidad, luminosas, la estabilización mecánica evita la mayoría de trepidaciones, el autoenfoque es efectivo y es capaz de subir la resolución de las tomas hasta 4K y 60 fps. El gran angular no graba vídeo.
Huawei P50 Pro, la opinión de Xataka
Pese a que es un teléfono al que no le falta potencia, que ofrece una captura multimedia a la altura de los mejores y que mantiene el tipo ante lo mejor de la competencia en la mayoría de aspectos, la carencia del software clave de Google continúa inclinando la balanza del lado de la no recomendación. Al menos para el usuario que desee un smartphone sin complicaciones.
Hemos disfrutado mucho la experiencia con el Huawei P50 Pro porque, viniendo del Huawei Mate 40 Pro, logramos ajustar nuestro uso a los requerimientos que implican las limitaciones. Es cierto que se puede suplir en gran medida los encontronazos de software, incluso hasta no alejarse demasiado de un Android con Google Play. Aun así, no es de recibo que el usuario deba pelearse con su teléfono para equiparar la experiencia, más en uno que vale 1.199 euros. Por más que esto no sea culpa de Huawei, obviamente.
El Huawei P50 Pro es una maravilla de cámara, es perfecto para disfrutar del contenido multimedia y supone una muestra de todo lo que se ha esforzado Huawei a la hora de desarrollar software propio con el que escalar la montaña de dificultades que se le ha presentado. EMUI 12 no es mala apuesta. Lástima que no sea suficiente.