Un pesebre gigante se exhibe en la Catedral de Cuenca

Cuenca –

Hasta el próximo 6 de enero la Catedral de la Inmaculada Concepción, en Cuenca, acoge un inmenso pesebre que ha captado la atención de los cuencanos. Cada día, a todas horas, hay largas filas de personas para observar el gran nacimiento que fue elaborado en la provincia de Loja y que está de visita en la ciudad.

No se trata de un pesebre cualquiera y por eso siempre hay gente admirándolo. Está conformado por 1.600 figuras, de las cuales 600 se mueven.

Para que todo sea más real se instaló un sistema de sonido y luces que emula el día y la noche. Hay sonidos de viento que advierten que la noche caerá y cuando la luz se pone rojiza suena un gallo, señal de que pronto amanecerá. Es justamente en ese instante en que las figuras se empiezan a mover automáticamente.

En los 280 metros cuadrados en los que está emplazado el pesebre creado por el sacerdote Jimmy Arias se hace un recorrido por diversos pasajes bíblicos, en los que se narra la vida de Jesús.

Víctor Cedillo recorrió con paciencia el pesebre. Al terminar se confesó “impresionado” por lo que acabó de ver. La impresión que refiere no es solo por ser un católico, sino por la simetría y proporción que existe entre las figuras y los diferentes escenarios presentes. Hay castillos, cabañas, casas y montañas, todo muy bien distribuido.

Para admirar el pesebre se hace una fila que avanza lento, porque todos quieren fijarse en los mínimos detalles reflejados en los pasajes.

Hay una especie de cédulas o textos colocados a lo largo del recorrido, donde se describe cada momento acompañado de una reflexión. Por ejemplo, al llegar al Edicto de Herodes se recuerda la orden que dio para matar a los niños menores de 2 años. Ahí consta un texto que dice: “Muchas veces por salirnos con la nuestra topamos a tantos inocentes; estos pueden estar en nuestras casas, en nuestro trabajo, cercanos a nosotros…”.

Wilson Orellana cargaba a su nieto mientras observaba el nacimiento que ya tuvo la oportunidad de verlo en Loja en años anteriores. Sin embargo, regresó porque en un mismo espacio se aprende historia, se evangeliza y se hace turismo. Elementos que a su criterio realzan el ambiente navideño.

Mentor

El mentor de este pesebre es el sacerdote lojano Jimmy Arias, quien comentó que la idea surgió hace quince años con el objetivo de evangelizar a los niños, pero que con el paso del tiempo este se convirtió en un gran atractivo para propios y extraños.

Refiere, por ejemplo, que el 2017 durante su exposición en la capital lojana llegaron alrededor de 150 mil visitantes, cifra que espera duplicar durante su paso por Cuenca. (I)