Cada vez son más las personas que llevan gafas con cristales naranjas o amarillos, aunque también existen modelos que son totalmente transparentes. De hecho, este tipo de gafas se las vemos a famosos o deportistas de élite como Marcos Llorente, quien más las está poniendo de moda últimamente.
Hablamos de las famosas gafas con filtro de luz azul, el producto estrella de las ópticas y de Amazon en la era del teletrabajo. Y si necesitas unas gafas de verdad, podrías beneficiarte del Plan Veo.
A nivel de marketing, están a la orden del día. Teniendo en cuenta que nos han vendido que la luz azul es el gran enemigo de nuestra vista, estas gafas prometen que bloquean la dañina luz azul que emiten las pantallas de ordenadores y móviles, evitando así el dolor de cabeza, la sequedad ocular y el insomnio. Pero tras varios años ya en boca de todos, las analizamos, teniendo en cuenta la opinión de la comunidad científica. ¿Estás tirando el dinero?
No son pocos los análisis que consideran que este accesorio es más parte de un efecto placebo que una herramienta médica real. Por mencionar uno, de hecho, el más importante, el Spectacle lenses with blue-light filter for visual performance, sleep, and macular health in adults. Se basó en 17 ensayos clínicos y no encontró ni una sola evidencia fiable de que las lentes con filtro azul reduzcan la fatiga visual.
¿Por qué duelen los ojos al usar el ordenador?
Pero, ¿realmente nos duelen los ojos por la luz? Sufrimos lo que se conoce como «síndrome visual informático», y la culpa no es del color de la luz en sí, sino de cómo miramos hacia esa fuente lumínica, que en este caso es una pantalla.
Cuando hablamos con alguien cara a cara o paseamos por la calle, parpadeamos una media de entre 15 y 20 veces por minuto. Este movimiento es vital, ya que limpia el ojo, lo hidrata y renueva la película lagrimal. Sin embargo, la ciencia ha comprobado que, cuando nos concentramos en una pantalla (trabajando, jugando a la consola o incluso leyendo un texto), parpadeamos muchísimo menos, unas 5 o 7 veces por minuto.
Y no solo parpadeamos menos, sino que lo hacemos peor, con parpadeos incompletos. Esto provoca que la lágrima se evapore, la córnea se seque y aparezca esa sensación de arenilla, visión borrosa y dolor de cabeza. Entendiendo el origen, es más difícil creerse que ponerse unas gafas con filtro amarillo solucionará que te olvides de parpadear.
Cómo evitar la fatiga ocular
Si ya te has comprado las gafas, no te preocupes, no son dañinas, simplemente son innecesarias y poco pueden hacer contra esta sensación de fatiga o molestia. Pero si quieres una solución real avalada por oftalmólogos para llegar al final de la jornada laboral sin los ojos rojos, aplica la regla del 20-20-20.
Este método es el estándar de oro en salud visual:
- Cada vez que sumes 20 minutos de trabajo frente a la pantalla, deberás levantar la vista y mirar a un objeto que esté a 20 pies de distancia (unos 6 metros, es decir, al fondo de la habitación o por la ventana). Ahora, deberás mantener la mirada ahí durante 20 segundos.
Este simple gesto relaja el músculo ciliar (el encargado del enfoque de cerca), que es el que se contractura tras horas mirando un monitor a 40 centímetros. Además, los expertos recomiendan el uso de lágrimas artificiales (gotas humectantes) si trabajas en un ambiente seco, y asegurarse de que la pantalla no tenga reflejos de ventanas o luces de techo, que son mucho más dañinos que la propia luz azul.
