Aborto por violación: “Un gran paso que no es suficiente”

Gabriela no recuerda cuándo fue violada porque estaba desmayada en el momento en que esto sucedió.

La estudiante de psicología de 27 años había estado tomando antidepresivos y pastillas para dormir de forma regular.

Una noche, cuando se alojaba en la casa de un amigo, tomó la combinación habitual que “no me hace sentir nada”, señaló. Su amigo, un examante en el que creía que podía confiar, decidió aprovecharse. No fue hasta tres meses después, cuando descubrió que estaba embarazada, que se dio cuenta de lo que había sucedido.

“Lo negué. No quería aceptarlo, porque significaba que tendría que enfrentar algo horrible”, dijo Gabriela, quien pidió que no se usara su nombre real.

Cuando una amiga confirmó su embarazo y le preguntó qué quería hacer, ella le dijo que quería un aborto.

Los abortos son ilegales en Ecuador, excepto en dos circunstancias: si la vida de la mujerembarazada está en riesgo, o si el embarazo es el resultado de la violación a una mujer con discapacidadmental.

Gabriela sabía que si buscaba un aborto no podría presentar cargos contra su violador, porque la policía lo averiguaría en su investigación y podría ser acusada y enviada a prisión. Pero ella quería poner fin a su embarazo de todos modos.

“No es sólo lo que haya hecho y deshecho con mi cuerpo pero yo no le iba dar el poder de dañar toda mi vida”, dijo Gabriela sobre su abusador.

En enero, la Asamblea Nacional comenzó a debatir un proyecto de ley para despenalizar el aborto en casos de violación, incesto e inseminaciónartificialforzada.

Si se aprueba, Ecuador se unirá a otros paíseslatinoamericanos que ya permiten el aborto en casos de violación, incluidos Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Panamá y México.

Otros países de la región lo han prohibido por completo, incluidos Honduras, Nicaragua y El Salvador.

Las leyes de aborto en Ecuador están vigentes desde 1938. La última vez que el país debatió si legalizar o no el aborto en casos de violación, en 2013, la asamblea votó en contra.

El entonces presidente Rafael Correa dijo que nunca aprobaría las reformas e incluso amenazó con renunciar si la asamblea votaba a favor.

La nueva legislación, si se aprobara, sería un “paso fundamental” para los derechos de las mujeres en el país, dijo Wilma Andrade, legisladora del partido Izquierda Democrática y una de las más prominentes defensoras del proyecto de ley.

“No es suficiente, pero es un gran paso”, dijo.