Fundación de Guayaquil
Fundación de Guayaquil. Guayaquil está posicionada como la segunda ciudad más importante del territorio ecuatoriano y como la más importante si a la región costa nos referimos. Guayaquil ha sido un pilar importante dentro de la cultura e historia del Ecuador, siendo particularmente reconocido durante la conquista española. E inclusive antes de eso contando con la presencia de culturas precolombinas. Así que quédate para que sepas más de la ciudad Santiago de Guayaquil y su fundación. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Guayaquil Antes de la Llegada de los Españoles
En el territorio que hoy en día conocemos como Guayaquil antiguamente existieron tribus y cultural pertenecientes a la época prehispánica. Estas culturas se vieron fuertemente atraídas por ríos ya que estas rutas fluviales favorecían comercio y sustento. De modo que en la parte occidental del río guayas se extendieron los huancavilcas o manteños del sur. Extendiendo sus dominios hasta la península de Sumpe y territorio que actualmente está conformado por la provincia de Guayas, Santa Elena y Manabí.
Por otro lado en la zona oriental del rio Guayas se encontraban los chonos, teniendo a su disposición diversos asentamientos en el oeste de la provincia de Guayas y casi la totalidad de la provincia de Los Ríos.
Por último dentro de la zona cercana al golfo de Guayaquil y zonas dispersas se encontraban los punaris o punaes, así como también los jambelies.
La Llegada de los Españoles
La llegada de los españoles representó múltiples expediciones y procesos de conquista de diversas culturas en toda América. En particular Ecuador y sus culturas precolombinas se habían visto previamente sometidas por el poderío incaico. Y fue duran el conflicto civil interno de Huáscar y Atahualpa, hijos de Huayna Cápac, que los españoles tuvieron contacto con el imperio Incaico. Y durante esta inestabilidad fue que los españoles tomaron prisionero a Atahualpa, el hermano vencedor, para luego ejecutarlo y desestabilizar fuertemente al imperio. Una vez perdido su figura de autoridad más alta “Inca” fue cuestión de tiempo para que sus fuerzas fueran mermadas.
Durante fue durante este periodo aproximadamente entre los años 1534 y 1547 que la fundación de Guayaquil comienza a tomar forma con múltiples asentamientos:
Primer Asentamiento por Sebastián de Belalcázar
El conquistador Sebastián de Belalcázar zarpó a la exploración de la actual zona de Guayaquil desde Paita en agosto de 1535. Llegó al Golfo de Guayaquil, desembarcó en la isla Puná y navegó por el río Guayas en busca de las vertientes andinas que permitirían el paso a Quito. Por octubre o noviembre, desembarcó cerca de un asentamiento indígena llamado «Guayaquile» y trasladó la población de Santiago a la región litoral. Sin embargo la zona era hostil por parte de los nativos al verse intimidados por los españoles en el área. Belalcázar dejó a 40 españoles en el primer asentamiento y nombró alcaldes ordinarios, mientras el decidió seguir su ascenso hasta Quito.
Segundo Asentamiento por Hernando de Zaera
Después de la partida de Belalcázar, las tribus locales llamadas «chonos» de la cultura Milagro-Quevedo comenzaron a atacar la población en 1536. Destruyendo gran parte de ella y causando la muerte de muchos habitantes. Diego de Daza, uno de los alcades ordinarios, y otros intentaron pedir ayuda en Quito, pero tras 40 días de lucha, tuvieron que abandonar la ciudad.
Francisco Pizarro encomendó la reconstrucción y reubicación de la ciudad a Hernando de Zaera desde el Perú. En 1536, Zaera llegó a Santiago y la mudó a un lugar llamado «Yagual». Sin embargo, Zaera tuvo que regresar al Perú para socorrer a las tropas españolas sitiadas por los restos del ejército incaico, dejando a Rodrigo Vargas de Guzmán como «Justicia Mayor». La ciudad comenzó a adoptar el nombre de Santiago y se creó un ambiente favorable para la colonización, aunque los nativos aún resistían la presencia española.
Tercer Asentamiento por Francisco de Orellana
En 1537, Santiago fue nuevamente destruida debido a los ataques continuos de los nativos, lo que llevó a la despoblación de la ciudad. Francisco Pizarro, ante esta situación y el abandono de Zaera, encargó la reubicación y reconstrucción de Santiago a Francisco de Orellana, quien estaba en Puerto Viejo como gobernador. Orellana llegó a la región y trató de pacificarla, reubicando la ciudad en un lugar llamado «La Culata». Sin embargo, Orellana regresó a Puerto Viejo y luego viajó a Lima, dejando a Juan Porcel como alcalde.
En 1538, Orellana volvió a Santiago con el título de Teniente de Gobernador de Santiago de la Culata y completó la reconstrucción y el reasentamiento en ese lugar. Luego, obtuvo el título de Teniente de Gobernador de Puerto Viejo, donde explotó a los indígenas y reunió dinero para financiar una expedición hacia la selva amazónica, que resultó en el descubrimiento del río Amazonas por parte de los europeos. Desde Santiago, Orellana partió hacia Quito para preparar esta expedición.
Cuarto y Quinto Asentamiento por Diego Urbina
La partida de Francisco de Orellana tuvo consecuencias negativas para Santiago en dos aspectos:
Muchos pobladores se unieron a la exploración amazónica
Los ataques de los nativos chonos y punáes se reanudaron.
Diego de Urbina asumió como Teniente Gobernador y, en mayo de 1542, debido a los ataques, decidió trasladar la ciudad hacia la parte occidental del río Daule, que pertenecía a los huancavilcas, un grupo nativo pacífico. Sin embargo, los huancavilcas destruyeron casi por completo el nuevo asentamiento, llamado Santiago de la Nueva Castilla.
Diego de Urbina, aún como Teniente Gobernador, decidió realizar otro traslado el 20 de septiembre de 1543, ubicando la ciudad en el mismo lugar donde Sebastián de Belalcázar se estableció en 1535. La ciudad se llamó Santiago de Guayaquil en memoria del pueblo indígena cercano.
Último Traslado y Asentamiento Definitivo
Santiago de Guayaquil vivió un período de paz y prosperidad en su nueva ubicación. Sin embargo, en el contexto de las disputas políticas de la colonización española, los hermanos Pizarro y Almagro estaban en guerra civil. Tras la muerte de Francisco Pizarro en 1541, Gonzalo Pizarro tomó el control y, temiendo represalias del rey español, se apoderó de Guayaquil en 1544, obligando al Cabildo a reconocerlo como Gobernador.
En 1547, Pedro de La Gasca fue enviado a pacificar la rebelión de Gonzalo Pizarro. Destituyó al gobernador pizarrista de Puerto Viejo y ordenó la ejecución de Miguel de Estacio en Guayaquil. La Gasca y su escolta partieron hacia Lima, dejando a Rodrigo Vargas de Guzmán como alcalde ordinario en la ciudad.
La población de Guayaquil consideró trasladar la ciudad a la ribera opuesta del río Guayas por temor a represalias de Pedro de Puelles, teniente pizarrista de Quito. El traslado fue complicado debido al rápido crecimiento de la ciudad, pero se completó en 1547. Guayaquil se estableció definitivamente en la ribera occidental del río Guayas y comenzó a expandirse, a pesar de enfrentar ataques e incendios. Este proceso de fundación representó un avance importante para la colonización española en Ecuador y se le dio el título de «Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de Guayaquil«.
¿Cuándo es la Fundación de Guayaquil?
Claramente con tantos traslados y con diferentes asentamientos es difícil intuir cuando en sí fue la fundación de Guayaquil. Esto fue un debate durante mucho tiempo y celebraban las fiestas patronales el día de Santiago el Mayor. No fue hasta que en 1929 una comisión de historiadores no pudo determinar la fecha exacta de la fundación. Puesto que durante la época colonial la ciudad fue protagonista de incendios, pestes y ataques piratas, perdiendo en el proceso una gran cantidad de documentos.
Es por este motivo que se decidió fijar la fecha patronal el 25 de julio de 1535 como la fecha oficial, y considerar a Francisco de Orellana como el fundador definitivo.