El Gran Premio de Malasia nos dejó como única figura a Sebastian Vettel, ese hombre que en los últimos años ha demostrado que puede ser considerado como uno de los mejores pilotos de todos los tiempos y que después de un año complicado con Red Bull, su llegada a Ferrari representa un bálsamo que lo catapultará a lo más alto.

Una de las incógnitas al comenzar este campeonato era quién le podría dar pelea a Mercedes tras su dominio absoluto en 2014, por lo que los de Maranello apostaron por la juventud y experiencia del «Chico Maravilla» y les ha funcionado: dos podios en dos carreras, algo que no hacían desde 2013 cuando Alonso fue segundo lugar tres veces consecutivas (Bélgica, Italia, Singapur).

El cambio tenía que darse, un monstruo del automovilismo no podía darse el lujo de estar abajo, de no competir de manera digna, de ahí que la transformación de Il Cavallino Rampante fuera más que necesaria, ya que Ferrari no era nada con Alonso y ahora con Vettel parece serlo todo, de nuevo, como tiene que ser.

Nuevos aires de juventud

Los años que estuvo Alonso con los italianos parecen haber viciado todo el ambiente, decrecieron los ánimos por conseguir algo importante y todo se reflejó en las pistas, de ahí que la jovialidad del germano sirva para que hoy estén arriba, un impulso anímico más que necesario.

Cambios internos

Tras casi 40 años al frente de Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo salió de la escudería, lo que para muchos representó un respiro, una situación favorecedora y que todos tomaron de buena manera, para que así le dejara su puesto a personas que trajeran consigo voracidad, como hasta hoy lo muestra Maurizio Arrivabene.

Vettel está acostumbrado a ganar

Desde que ‘Seb’ pasó de Toro Rosso a Red Bull siempre tuvo como única consigna convertirse en el mejor. Y lo logró. En su primer año quedó 2do. debajo de Jenson Button, para al año siguiente convertirse en campeón y así conseguirlo otras tres ocasiones, con lo que se convirtió en tetracampeón del máximo circuito.

Alonso no es el mismo que con Renault

Los alonsistas se jalan el cabello al ver como su piloto no pudo hacer una pretemporada decente y mucho menos correr medianamente bien en Singapur, pero hay que entender algo: «No es lo mismo los tres mosqueteros, que 20 años después». Fernando ya no es el mismo joven impetuoso de hace unos años, los años pesan, los corredores «pubertos» aparecen con frecuencia y lo ganan todo. Su carrera es contra el tiempo y no contra los demás.

«Ferrari está de vuelta»

Todo esto se resumió en el momento en que Vettel vio la bandera a cuadros en el Circuito Internacional de Sepang, cuando recorrió las 56 vueltas, en cuatro simples y sencillas palabras: «Ferrari está de vuelta», frase que se escuchó por la radio del monoplaza hacia el equipo de los de Maranello. Gran gesto. Y sí, Ferrari está más aquí y ahora que nunca.

Desde abril de 2013 en el Gran Premio de China que una estrella no aparecía al frente de todos, pero hoy llegó ese poderoso corcel comandado por Vettel para llevarse la gloria. La sonrisa nos ha vuelto a la cara, dejaremos atrás el dominio absoluto de Mercedes y podremos ver constantemente a otros pilotos en la cima del podio.

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