Explosión del cohete Antares enluta a los científicos y los estudiantes
Los científicos y los estudiantes de secundaria son los que más han perdido con la explosión el martes del cohete Antares, que llevaba experimentos y equipos a la Estación Espacial Internacional (ISS) pero que en cambio se hizo trizas poco después de su lanzamiento.
Los materiales y equipos para experimentos que iban a realizarse en la microgravedad de la ISS correspondían a cerca del 70% de la carga que llevaba la cápsula Cygnos, transportada por el cohete Antares, de la empresa privada estadounidense Orbital Science.
«Las peores pérdidas con la explosión son todos estos experimentos y estos equipos que iban a bordo de Cygnos y que son más o menos irremplazables», dijo John Logsdon, exdirector del Space Policy Institute de la Universidad George Washington.
Uno de estos experimentos era de un grupo de estudiantes de secundaria de Houston (Texas, sur de EEUU) y consistía en estudiar la mejor combinación luminosa de rojos y azules para hacer brotar guisantes en el espacio. Estas legumbres son ricas en minerales y vitaminas y crecen deprisa, lo que supondría una fuente de alimento para largas travesías en el espacio.
Otro grupo de 18 estudiantes enviaba a bordo del Cygnos varias series de experimentos destinados a estudiar la formación de cristales en los procesos de degradación de la leche en situación de ingravidez.
Otro experimento tenía como fin investigar la irrigación del cerebro y el corazón en microgravedad. Iba a permitir entender, y ulteriormente atenuar, los dolores de cabeza que a menudo sufren los astronautas en la ISS.
Los resultados de esta investigación también habrían podido tener repercusiones en la Tierra, en el tratamiento de enfermedades neurológicas como el Alzheimer, informó la NASA.
Otro nuevo experimento, llamado ‘Meteor Composition Determination’, iba a ser instalado en una ventana de la Estación Espacial Internacional. Habría permitido observar por primera vez desde el espacio los asteroides en el momento en que entran a la atmósfera terrestre. Sin la interferencia de la atmósfera, las imágenes y los vídeos de alta resolución habrían ayudado a los astrónomos a entender mejor la composición química de estos objetos celestes.
Todo ello quedó hecho trizas el martes. El cohete Antares se había elevado muy poco tras su lanzamiento en Virginia (este de EE UU), cuando súbitamente se incendió, explotó y cayó a tierra, provocando una gigantesca nube. No había pasajeros ni hubo heridos.
«No es seguro que todos estos investigadores y estudiantes tenga otra vez los recursos suficientes para empezar de nuevo», dijo Logsdon a la AFP.