Evita las averías más frecuentes de tu coche

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Evita las averías más frecuentes de tu coche con estos 3 trucos gratuitos sin pasar por el taller

Quien más quien menos ha sufrido a alguna de las averías más frecuentes que se pueden dar en los coches más actuales, bien por una cuestión de un mal uso por nuestra parte o porque, realmente, el coche ha sufrido algún tipo más común de lo normal. Pero, ¿sabes que puedes evitarlas con algunos trucos básicos sin que tengas que acudir al taller?

Hasta los coches nuevos reportan problemas

«No te compres un diésel, ¡que son todo averías!» Raro es el propietario de un vehículo diésel que no haya escuchado unas cuantas veces dicha frase. Y hay parte de verdad en ella. La realidad es que los coches con motores diésel requieren mayor atención y un mantenimiento general más controlado para evitar que surjan futuros problemas.

Pero esto también puede darse en los coches de gasolina. De hecho, sin ir más lejos, los gasolina han reportado en los últimos años una crecida de problemas técnicos que antes no se veían tan asiduamente, lo que hace porque muchos empiecen a buscar formas para tratar de evitar posibles problemas.

Porque, al contrario de lo que ocurría hace una década, las averías de coche son cada vez más comunes, afectan a todo tipo de vehículos, independientemente de su antigüedad: actualmente, no es nada raro que encontremos parados en el arcén de las carreteras incluso coches prácticamente nuevos…

auto

Cómo podemos tratarlo

Y sí; desde el momento del arranque hasta durante la marcha, les pasa factura. Ahí, por ejemplo, el sistema eléctrico del coche es el que más tiende a padecer averías, sobre todo la batería.

También los calentadores o el motor de arranque remolonean más a la hora de funcionar si hace frío fuera o si han pasado toda la noche con temperaturas cercanas a los cero grados. Más por motivos de uso, el sistema de calefacción también se puede desgastar, tanto durante como después del invierno.

Es más; tal y como indica el RACE, el fallo de las baterías, los problemas con los neumáticos, los accidentes de tráfico, los fallos en el motor y las averías de la bomba o inyectores diésel son las principales causas de asistencia en carretera. Unos datos que se incrementan constantemente, debido a un mal mantenimiento de los vehículos y al aumento de la edad media del parque automovilístico en España. Pero podemos prevenirlos…

Revisa habitualmente el motor (y su comportamiento)

El motor, primeramente, puede darse con que puede transformarse en una de las averías más graves que puede nuestro coche, como sabemos.

Las razones más habituales que están detrás de estos fallos son una mala lubricación o refrigeración, una acumulación de gases de escape, un error de comunicación entre los sensores, una bujía en mal estado… para ello, hay operaciones periódicas que debemos llevar a cabo para garantizar el buen funcionamiento de todas sus piezas.

 

Aprovecha la revisión para comprobar la batería

La batería puede llegar a sufrir mucho ya que la temperatura óptima para su correcto funcionamiento es de 25ºC. Lo ideal para conservarla en buen estado es dejar el coche aparcado en garaje o en sombra durante los días de verano. Por otra parte, también es recomendable no hacer uso excesivo del aire acondicionado y no encenderlo al subir el coche para no forzar la batería. Es mejor esperar a tener el coche arrancado para encender el aire acondicionado.

La vida útil de la batería de un coche, normalmente, suele ser de 3-5 años: para que así sea, se recomienda aprovechar la revisión anual del coche para comprobar su estado y, si es necesario, cambiarla.

Revisa la presión de los neumáticos al menos una vez al mes

En el mismo lugar, los neumáticos ocupan una preocupante situación, puesto que son uno de los elementos claves de la seguridad de un vehículo. El RACE recuerda un truco básico para mantenerlas en buen estado: debemos revisar la presión, al menos, una vez al mes.

También deberemos vigilar que la profundidad de su dibujo no esté por debajo de 1,6 milímetros (el mínimo legal), aunque la recomendación es que no baje de los dos milímetros. Lo mejor, además, es cambiar de neumáticos cuando esto suceda y no apurar esta tarea.