El apéndice es un órgano pequeño que no resulta indispensable para la vida de los seres humanos. No se conoce con certeza su función, pero se presume que contribuye con el sistema inmunológico.

Además, esta estructura tubular, de aproximadamente nueve centímetros, se encuentra unida al intestino grueso. Puede ser ubicada en la parte inferior derecha del abdomen como un elemento más del sistema digestivo.

Sin embargo, hay ocasiones en la que las células sanas que componen esta bolsa de tejido, empiezan a sufrir algunas mutaciones. Esto hace que se propaguen de forma descontrolada hasta crear un tumor.

De acuerdo con el National Cancer Institute de los Estados Unidos, el cáncer de apéndice puede ser epitelial o neuroendocrino. En el primero, la afección se produce en el revestimiento del órgano por la acumulación de mucina.

La segunda condición está relacionada con las células enterocromafines (EC), las cuales se encargan de generar las sustancias químicas que se usan en la digestión y el movimiento intestinal. Este tipo de diagnóstico suele ser el más común.

A pesar de ello, esta enfermedad se ha convertido en una de las más mortales entre los adultos de la generación milenial. Según una investigación de la Universidad de Vanderbilt, tras practicarle un análisis a 4 800 personas diagnosticadas se identificó que el cáncer de apéndice aumentó entre las personas nacidas en 1980.

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de apéndice?

Según el Cleveland Clinic Main Campus, por lo general las personas pueden presentar esta condición sin evidenciar ninguna señal de alarma, por lo que es usual que el diagnóstico llegue una vez el tumor se propaga.

En ese sentido, el centro médico explica que los síntomas pueden variar dependiendo del organismo de cada paciente y muchas veces puede incluir apendicitis, hinchazón en el vientre, acumulación de líquido en el abdomen, dolor en la pelvis e incluso cambios en los hábitos intestinales.

También existen casos en los que los afectados presentan náuseas, vómitos, una sensación de saciedad temprana después de empezar a comer o un aumento en el tamaño de la cintura.

A partir de esto, los expertos recomiendan consultar con un profesional cualquier sospecha, ya que la única forma de detectar a tiempo el cáncer es a través de una prueba con imágenes.