Fiscalía arranca presentación de pruebas para acusar a Pablo Romero de autor de plagio ocurrido en Colombia

Quito –

Escuchar los audios de los testimonios anticipados de los ahora exagentes de Inteligencia Raúl Chicaiza y Jéssica Falcón es por donde arrancó, la mañana de ayer, la reinstalación de la audiencia de juzgamiento contra el exsecretario Nacional de Inteligencia (Senain), Pablo Romero, quien es acusado como uno de los cuatro autores del plagio que vivió el activista político Fernando Balda en Bogotá, Colombia, en 2012.

Lo dicho por Chicaiza y Falcón en 2018 es parte de las pruebas que presenta desde ayer el fiscal general subrogante Wilson Toainga para comprobar que el secuestro se coordinó desde Ecuador por parte de Romero y que se llevó a cabo por pedido del expresidente Rafael Correa.

Según Fiscalía, para la ejecución del secuestro de Balda se usaron recursos públicos de la cuenta de gastos especiales de la Senain. Un total de 22 pruebas periciales, 27 pruebas testimoniales y pruebas documentales fueron anunciadas por Fiscalía en la etapa preparatoria de juicio.

Actualmente Raúl Chicaiza y Jéssica Falcón se encuentran en libertad, pues, en marzo de 2019, ambos fueron sentenciados a un año, nueve meses y 22 días de reclusión menor ordinaria en calidad de autores del plagio de Balda. Inicialmente sus penas fueron de nueve años, pero se las redujo las mismas por cooperar con la Fiscalía.

El expresidente Rafael Correa es el único procesado en este caso que no ha recibido sentencia y que su etapa de juzgamiento se encuentra en suspenso.

Chicaiza en su testimonio anticipado señaló que fue Romero quien le ordenó realizar en Colombia las operaciones contra el activista político.

En una rueda de prensa poco antes de la diligencia, Fernando Balda, quien es acusador particular en este proceso, aseguró que el general de la Policía de Colombia Jorge Luis Vargas, director de Inteligencia (Dipol) en los momentos de su secuestro en Bogotá, ya no puede negar su participación en el plagio que él sufrió en Colombia.

Balda explica que Vargas no solo ha aceptado a un medio de comunicación que él recibió en Colombia a Rommy Vallejo, quien en ese momento era funcionario directo de la presidencia de Rafael Correa, sino que también ha reconocido que Vallejo le dijo que venía de parte de Correa para que le ayude a capturar a Balda sin orden judicial.

Ante esas declaraciones, Balda anunció que ha pedido a su abogado en Colombia que solicite a la Fiscalía de ese país llame a rendir versión al general Vargas.

«Ya no son dos policías rasos como Chicaiza y Falcón diciendo que Rafael Correa ordenó un secuestro en mi contra. Ahora se trata de un alto genera de policía colombiano que está diciendo que recibió una comisión de la presidencia de la República y que en nombre de Correa le pidieron que al margen de la ley se me capture», añadió.

Para Stalin Oviedo, abogado de Romero, esta nueva información beneficia a su cliente porque se entiende que existe una verdad histórica distinta a la realidad procesal que se está manejando. «Existen nuevos actores en los juicios, nuevas causas, nuevos hechos que debieron constar en el proceso y es lo que siempre se ha dicho».

Oviedo adelantó que solicitará como prueba nueva los hechos señalados por Balda, debido a que es un hecho nuevo que estaría relacionado al hecho que se está investigando. Cree necesario que los mismos jueces del Tribunal deberían pedir que el general Vargas declare y diga qué es lo que sucedió en esas reuniones en el 2010.

Según la defensa de Balda, Felipe Rodríguez, lo dicho por el general Vargas les ayuda a confirmar lo que han sostenido: previo a las operaciones Guayacán y Wilson ya estaban localizando la ubicación de su cliente en Colombia. Aún así, recordó que hace aproximadamente dos años atrás Vargas ya rindió versión en Fiscalía señalando lo mismo que les dijo a medios colombianos. (I)