“Soñamos que Colombia avance más que en Brasil 2014”

Pitufo en Colombia y Pipa en Ecuador, cada país tiene un apodo para mí.

¿A qué se dedica ahora?

Busco jugadores para llevarlos a Europa. Muchos que tienen talento, pero no la posibilidad de avanzar. En eso trabajamos.

¿Cómo vive el mes del Mundial?

Es el mejor mes para los que nos gusta el fútbol. En Colombia todos estamos a la expectativa que la selección haga un buen papel. Queremos que avance más allá de lo que se hizo en Brasil 2014. Veo que es la misma idea que tienen en Ecuador. Somos países hermanos que nos alegramos de lo bien que nos puede ir.

Los colombianos tememos una sola idea, que nos vaya mejor que en el pasado Mundial.

Le digo Mundial y ¿qué se le viene a la mente? Fue seleccionado de Colombia.

Estar con la selección de tu país en un Mundial es lo mejor que te puede pasar. Es algo que pasan los años y te sientes más agradecido de Dios.

Estar en esa cita es lo mejor. Sin importar los resultados, claro que si te va mejor es fabuloso. Ahora uno siente envidia de los que están en la selección. Lo nuestro ya pasó, ahora es el tiempo de los jóvenes. Pero un Mundial es un Mundial.

Solo esperamos que nuestro equipo haga cosas grandes.

¿Qué se llevó de Barcelona?

América en Colombia y Barcelona en Ecuador… es un sentimiento increíble. El cariño de la gente es impresionante. Siempre estoy al tanto de lo que le pasa al equipo. Dios quiera que siempre le vaya bien.

¿Sabe que en Ecuador De Ávila nunca pasó de moda?

Eso lo he notado y es mejor que tú lo digas. La gente tiene un afecto especial para uno y eso me da una alegría que el dinero no lo compra.

¿Algo que recuerde de Guayaquil y que no sea fútbol?

Cuando llegué y fui campeón. Fue una locura inmensa, se vivía un cariño único. Nunca olvidaré la final de la Copa Libertadores de 1988. Qué buenos tiempos que se pasaron aquí. Cuando hacía un gol el estadio Monumental era una locura.

Eso se gana con trabajo, tampoco es gratis.

Tenías que darlo todo como jugador y siendo una buena persona fuera de la cancha.

¿Qué le dice su familia cuando le habla de Ecuador?

En realidad son unas conversaciones muy largas. Ellos están felices de todo lo que me pasó aquí, siendo jugador y también después. Los ecuatorianos son muy afectuosos. Tengo una hija que es de acá.

¿Pasó mucho tiempo en Ecuador, ya como exjugador?

Estuve ocho años y las personas son increíbles. Tengo muchos recuerdos y lo mejor que me pudo pasar es poder disfrutar de la gente y su forma de vida.