Lo más normal es que, una vez cargues tu dispositivo móvil, lo desconectes y dejes el adaptador de corriente en el enchufe hasta que vuelvas a cargarlo al día siguiente. Y así un día tras otro, y es lo habitual porque es cómodo. Como resultado, el enchufe nunca está libre, y tiene un pequeño transformador que está demandando batería continuamente, aunque no esté conectado a un móvil.

Siempre se ha advertido al usuario de que el consumo en standby existe, y que puede incrementar el precio de nuestra factura considerablemente. En este artículo analizamos si esta afirmación es cierta y qué impacto real podría tener en una factura.

¿Consume electricidad un cargador conectado todo el día?

La respuesta más corta es que no, pero hay que tener en cuenta varios matices, sobre todo en términos de seguridad. Para entenderlo, hay que ver la evolución de los cargadores. Antes, eran grandes y pesados y se calentaban más que el móvil al que estaban conectados. De hecho, su temperatura subía aunque no estuvieran cargando ningún dispositivo. Pero hoy en día son mucho más eficientes e inteligentes.

Su consumo es insignificante

Según los datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía, el IDAE, tras las pruebas llevadas a cabo en laboratorios independientes, un cargador moderno (de un iPhone o un móvil Android) tiene un consumo en reposo que es insignificante.

Cuando el cargador está enchufado a la pared, pero no está conectado al teléfono, su consumo oscila, en el peor de los casos, alrededor de los 0,2 vatios por hora. Muchos modelos de alta gama bajan incluso de los 0,1 vatios.

Si sacamos la calculadora y aplicamos el precio medio de la electricidad en España (imaginemos un escenario que esté en la media tirando al alza, a 0,20 €/kWh), tenemos los siguientes resultados:

• 0,2 W x 24 horas = 4,8 vatios al día.
• 4,8 W x 365 días = 1.752 vatios al año (1,75 kWh).
• Coste total anual: Aproximadamente 0,35 euros.

Por tanto, como ves, y en el peor de los casos, ya que todas las cifras han sido tomadas al alza, dejar el cargador enchufado te costaría menos de 40 céntimos de euros. Por lo tanto, desde un punto de vista puramente económico, el esfuerzo de desenchufarlo y enchufarlo a diario no tiene un retorno económico real para el usuario individual.

El problema es de seguridad

Entonces, una vez que hemos visto que el problema no es el dinero que se paga de más, ¿se puede seguir llevando a cabo este hábito? Aquí entran en juego otros factores, como el impacto colectivo que esto puede tener en el planeta. En este sentido, si contamos únicamente todos los megavatios que se desperdician por hacer esto entre todos los hogares de España, tendríamos una huella de carbono realmente importante.

Pero más allá del tema ecológico, debes prestar atención a la seguridad y a la durabilidad del cargador.

Aunque no cargue el móvil, el cargador sigue teniendo corriente circulando por sus circuitos internos. Mantenerlos bajo tensión constante, aunque sea mínima, acelera ligeramente su degradación. Por tanto, sobre el papel, tu cargador podría romperse o empezar a fallar antes si lo dejas siempre enchufado. En cualquier caso, tampoco es algo que se vaya a apreciar mucho.

¿Puede salir ardiendo el cargador del móvil?

Si usas un cargador original y certificado de una marca reconocida, como puede ser Apple, Xiaomi, Huawei, Samsung, etcétera, y una instalación eléctrica moderna, el riesgo es extremadamente bajo. De hecho, es casi nulo, por lo que no debería preocuparte en absoluto.

Ahora bien, si el cargador es falso o es de mala calidad, sí pueden sufrir un sobrecalentamiento o un pico de tensión y causar un cortocircuito en tu casa. En el peor de los casos, incluso podría provocar un incendio.