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Enviar el DNI a un desconocido es peligroso
El DNI es un documento tan importante como peligroso es compartirlo con terceros sin tomar preocupaciones. Seguramente todos nos hayamos enfrentado alguna vez a alguien, ya sea persona o establecimiento, que nos pide una copia del DNI para, por ejemplo, completar una reserva o una compra. Es una práctica extendida, pero no por ello segura. Las consecuencias pueden ser nefastas, por lo que es recomendable editar el documento antes de enviarlo. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
Opciones hay varias, pero esta herramienta promete más seguridad y ponérselo más difícil a las IAs por el módico precio de cero euros. Lo más interesante es que, aunque funciona a través del navegador, no hay nube de por medio. Todo funciona en local. Su nombre: Saferlayer.
Enviar el DNI a un desconocido es peligroso
«Oye, la copia del DNI…». Un estafador puede usar nuestro DNI para cometer delitos (como suplantación de identidad), acceder a una casa de apuestas o pedir un crédito en nuestro nombre. Nada bueno, desde luego. Por ello, es importante que si nos vemos obligados a compartir una fotocopia del DNI lo hagamos previa edición.
Este tipo de estafas relacionadas con el DNI son relativamente conocidas en las plataformas de compra y alquiler de inmuebles. La falta de oferta, la enorme demanda y la desesperación por encontrar un piso pueden hacer que, con las prisas, nos olvidemos de tomar las precauciones necesarias y nos encontremos con dos cosas negativas: que el piso anunciado no existía y que un total desconocido tiene nuestro DNI.
¿Cuál es el problema?
Que no todo el mundo sabe, quiere o puede usar herramientas dedicadas como Photoshop. Pixelar una imagen o un trozo de una imagen es muy sencillo (y no tan seguro como parece). También añadir texto o una marca de agua, pero hay que saber. No solo eso, sino que estas marcas de agua pueden ser editadas y eliminadas a posteriori y dejar la imagen como si nada hubiera pasado.
La solución: una herramienta dedicada
Carlos Sánchez, Head of Product en Real Madrid, y su «compi de side projects» Guido Fioravantti, se pusieron manos a la obra después de que Carlos tuviera que enviar una copia de su documentación por correo. En conversación telefónica con elyex, Carlos Sánchez nos explica que «si coges cualquier marca de agua tradicional y la pasas por algunas herramientas especializadas de inteligencia artificial, verás que te la quitan en segundos. Lo que queríamos era evitar eso».
Tras varias pruebas e iteraciones, dieron con una «marca de agua que cubre la totalidad del documento, que engaña a la IA; hace que le sea difícil diferenciar la marca de agua de la imagen de fondo, así que cuando la intentas eliminar se carga parte del documento y queda prueba de que ha sido manipulado de alguna manera».
La marca de agua
Consiste en un patrón de onda con un degradado que va de fucsia a verde. «Este ha sido un proceso muy de prueba y error», explica Carlos. «En ese proceso detectamos que ese patrón ondulado no regular, ese efecto bandera ondeando, hacía que fuese difícil para la IA. Esos cambios de color a lo largo del patrón también se lo complican. Al final, teníamos que encontrar el equilibrio entre que fuese muy difícil de quitar para la IA, pero también que fuera legible», asegura.
Para Carlos, era importante que fuese «evidente para la persona que genera el documento y para la que lo recibe que ahí hay una marca de agua que se puede leer, sobre todo para que la persona que lo recibe no tenga incentivos para usarlo con fines fraudulentos».
La imagen superior ha sido diseñada en formato vectorial para usarlo de ejemplo, por lo que carece de la escala de grises y detalles de un DNI real. En el caso de usar un documento real, el resultado sería más similar al que nos ha facilitado Carlos Sánchez y que reproducimos bajo estas líneas.
Todo en local
Una de las claves de Saferlayer es que funciona en local, nada sale del navegador. La imagen que vamos a editar no se sube a ningún servidor. Esto puede comprobarse fácilmente con el inspector del propio navegador o, simplemente, añadiendo la webapp a la pantalla de inicio y poniendo el móvil en modo avión. Comprobaremos que sigue funcionando sin problema.
Al subir una imagen, simplemente tenemos que especificar el uso que tiene la copia, por ejemplo, «Copia válida únicamente para confirmar la reserva del hotel ABCDE». Una vez hecho esto, la herramienta se encarga de añadir la marca de agua. Es prácticamente instantáneo. La herramienta funciona con todo tipo de documentos en formato imagen (JPEG y PNG), pero no con PDFs.
Un éxito.
La herramienta se lanzó el domingo por la tarde y se difundió, principalmente, a través de X. No tardó en viralizarse y eso puede verse en las cifras. Tal y como nos confirma Sánchez, «ahora mismo estamos haciendo una marca de agua cada nueve segundos».
A mayores, la idea de los creadores, su visión, es desarrollar una herramienta que permita la «trazabilidad total del documento. Que permita al particular que necesita proteger su documento añadir una marca de agua, pero también tenemos la idea de cubrir la otra parte, a la empresa que recibe el documento y que quiere asegurarse de si es legítimo o no». En palabras de Carlos, «nos gustaría evolucionar esto a que se pueda verificar que los documentos que llevan marca de agua de Saferlayer han sido manipulados de alguna manera, o si es la marca de agua tal cual se ha generado por la herramienta».
En ese sentido, Carlos nos cuenta que un hotel del centro de Madrid se ha puesto en contacto con ellos porque estaba «muy interesado en explorar herramientas que faciliten estos procesos [en referencia al nuevo registro de hospedajes] ya que les genera una carga administrativa brutal y hace que el proceso de check-in sea más incómodo para los clientes». Según Carlos, el hotel quería hablar con ellos para ver si Saferlayer podía «potencialmente ayudarles».
En cualquier caso, Sánchez ha reiterado la categoría de side project que tiene Saferlayer, aunque afirma que «sí que nos interesa conocer la problemática que hay en algunos sectores con la compartición de documentos de identidad porque eso nos va a marcar hacia donde tiene sentido que evolucione la herramienta».