Entre el ingenio y la originalidad con una mezcla de mofa y parodia, picardía y sátira, se festejó en Cuenca el Día de Inocentes o Mascaradas.

El público se congregó la noche del domingo 6 de enero, a lo largo de la avenidaHuaynaCápac; y, durante seis horas, entre risas y emociones contagiantes disfrutaron de la singular tradición morlaca que data de unos 80 años.

Fue el desfile de 28 comparsas de disfrazados, que contribuyeron a la liberación de sentimientos y estados de ánimo, en un espacio de expresión libre y jocosa.

Las elecciones próximas, explotación minera, cuidado del planeta, remedo de acciones de políticos, mensajes o denuncias, fueron la creaciones y dramatizaciones que se pusieron de manifiesto durante el recorrido.

Fueron 28 inscritos entre institutos, familias y barrios, que tomaron parte del evento que el Amistad Club conjuntamente con la Unión de Periodistas del Azuay, UPA, a manera de concurso, mantienen viva la tradición cuencana.

Estuvieron como participantes la Universidad del Azuay, la Universidad de Cuenca, el Instituto Tecnológico Sudamericano, la familia Vanegas, mostraron representaciones como ‘Ecuador Post Apocalíptico’, ‘Las máquinas Insaciables’, ‘Conciencia Extintiva’, ‘La Degollación de los Santos Delincuentes’, entre otros muy jocosos.

Durante el recorrido de unos tres a cuatro kilómetros, los disfrazados con bromas y chistes deleitaron a todo un pueblo que devolvió con aplausos las dramatizaciones.

Es el evento popular con el que en Cuenca se recuerda el pasaje bíblico relatado en el Evangelio de San Marcos, cuando los tres reyes magos llegan donde Jesús recién nacido, guiados por una estrella, y llevan sus regalos para el Niño, reseña el cronista de Cuenca, Eliécer Cárdenas.

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