En serie se muestran cien años de la memoria histórica de Quito

En sus imágenes se muestra cómo fueron los inicios de la modernidad en la capital ecuatoriana con la llegada del tranvía y la construcción de las primeras mansiones en el sector de El Ejido, un tanto apartado de la ciudad. Se trata de La Circasiana, que este mes se abrió como museo para contar las anécdotas del Quito antiguo y de las personas que lo habitaron, informa Andes.

Este inmueble fue concebido originariamente como una casa de campo por Manuel Jijón Larrea, un aristócrata de la época, en 1890. Fue diseñada por el arquitecto alemán Francisco Schmidt, quien edificó inmuebles simbólicos de la ciudad como el Teatro Sucre y el antiguo Hospital Militar. Ahora es un edificio patrimonial en el que desde 1992 funcionan las oficinas del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.

Según la agencia de noticias, en el recorrido que dura unos 45 minutos los visitantes pueden apreciar la ostentosa decoración del lugar con vidrios y papel tapiz importados de París, cielos rasos de latón traídos desde Filadelfia, así como la pintura mural de los ecuatorianos Joaquín Pinto y Juan Manosalvas.

Además de conocer la belleza arquitectónica de la casa, también está a disposición del público detalles de la vida y obra de Jacinto Jijón y Caamaño, primer alcalde de Quito, empresario y gran intelectual de la época, quien fue el principal habitante de La Circasiana.

“Lo que pretendemos es a través de una muestra museográfica, solventada con fotografías y textos, reconstruir e indicar como estaba originalmente la casa. Podemos recorrer los salones y ver que en el artesonado era el comedor de la familia, el salón de los escudos era la sala”, señala Ernesto Trujillo, de Comunicaciones del INPC.

Añade que “es un recorrido gráfico, un trabajo que pretende no solamente hacer una recuperación del bien inmueble como un patrimonio de la ciudad y del Ecuador sino también darles una importancia a los habitantes. Jijón y Caamaño es uno de los intelectuales más importantes de la época”.

Una de las novedades está la apertura del túnel que conecta la casa con la biblioteca de Jacinto Jijón y Caamaño, que ahora constituye el archivo metropolitano de Quito. (I)