En manos de siete magistrados chavistas
“No se apresuren a regalarme al gobierno a Francisco Carrasquero”, sugirió ingenuamente el fallecido magistrado Antonio García García, a propósito de la designación de rectores del CNE que hizo la Sala Constitucional en 2003.
Para aquella época la Sala Constitucional estaba constituida por cinco magistrados: Iván Rincón (presidente), Jesús Eduardo Cabrera, José Delgado Ocando, Pedro Rondón Haaz y García García. Los tres primeros vinculados al oficialismo y los dos últimos a la oposición.
Rincón propuso a Carrasquero como un hombre procedente de la academia y verdaderamente imparcial. Ello a propósito de que en el TSJ se reprodujo la polarización que había en la Asamblea Nacional y que impedía los consensos mayoritarios.
Pero Carrasquero desmintió a Rincón con sus ejecutorias al frente del Poder Electoral y su filiación al chavismo lo convirtió en magistrado. En su discurso como orador de orden en el acto de Apertura del Año Judicial 2006 expresó: “La justicia no tiene por qué ser apolítica ni neutra su aplicación”.
Ahora la Sala Constitucional está integrada por siete magistrados que, como Carrasquero, no esconden sus simpatías con el gobierno.