Destinan un espacio para fallecidos de COVID-19 en cementerio de Tulcán

Tulcán –

En el reconocido cementerio Azael Franco de Tulcán se destinó un lugar especial para la construcción de 30 nichos para la disposición final de cadáveres de personas que fallezcan por efectos de coronavirus.

En este espacio ubicado en la parte posterior del camposanto, donde son sepultados cadáveres de personas no identificadas (NN), obreros y técnicos municipales iniciaron los trabajos de excavación para levantar dicha estructura.

Los profesionales que están al frente de la construcción de esta área explicaron que cumplen con los protocolos determinados por el Comité de Operaciones de Emergencia para la inhumación de cuerpos con antecedentes de la enfermedad.

«En Tulcán (Carchi) no existen funerarias que ofertan servicios de cremación, razón por la que hemos optado por esta alternativa, cumpliendo con todas las normas sanitarias», indicó Cristian Benavides, alcalde de Tulcán.

Omar Chamorro, director de Obras Públicas Municipales, comentó que tras una reunión en el COE provincial se resolvió que al no contar esta ciudad con incineradores para la cremación de cadáveres, deberán realizar los procesos para enterrarlos en áreas especiales.

Con el uso de retroexcavadoras se inició la construcción de una plataforma en la zona donde se edificará un pabellón en el que se distribuirán las criptas. Las tumbas tendrán 1 metro de ancho por dos de profundidad con losetas de hormigón en la base.

El alcalde Benavides dijo que se capacitará a personal especializado para efectuar la disposición final cumpliendo con la reglamentación establecida, que recibirá la dotación de vestuario e implementación adecuada para estas labores.

En caso de presentarse estos casos, no se permitirá la presencia de familiares durante el sepelio y el ataúd será trasladado directamente desde el hospital local hasta el cementerio en el menor tiempo posible. (I)