En el mercado, una libra de carne de mono cuesta $3 o $4

La carne de mono es una tradición para varias comunidades de la Amazonía y se encuentra dentro de las denominadas “carnes del monte”; es decir, carne de animales silvestres. La constante caza de monos está disminuyendo el número de primates, lo que podría generar cambios en el entorno natural de la zona.

Wildlife Conservation Society (WCS) presentó hace unas semanas un reporte parcial que revela la grave situación en el aérea protegida del Parque Yasuni. Cuatro especies están reduciendo su presencia por metro cuadrado: mono araña, mono ardilla, machín blanco y el mono chorongo, señaló Galo Zapata, director de WCS.

Las especies más afectadas son el mono araña y chorongo, debido a que son más apetecibles para los cazadores por su carne, de ellos se obtiene hasta 8 kilos. Ambos primates se alimentan únicamente de frutas y por lo tanto el sabor de su carne es bastante bueno, de acuerdo con personas que los han probado.

Se estima que existen 23 monos chorongo por kilómetro cuadrado en zonas controladas, mientras que en áreas de cacería su presencia disminuye a 8 por km².

Especies como los machín y ardilla, ofrecen menos de un kilo de carne. En el caso del mono ardilla, resulta mejor capturarlo para ser vendido como mascota.

Cada año se llegan a comercializar alrededor de 13 toneladas de carne de mono, en términos de presencia animal, equivale a una pérdida de vida silvestre de 45 hectáreas sin animales, conforme señala la WCS.

Esta modalidad de caza es ilegal, puesto que solo es permitida la caza de subsistencia sin fines comerciales en Ecuador, pero antiguas tradiciones han perpetuado esta actividad para dotar de poder adquisitivo a integrantes de comunidades indígenas que en la actualidad han decidido vivir en zonas urbanas como Tena, Lago Agrio o Coca.

El consumo de carne de mono se ha convertido en símbolo de estatus, por lo que en una boda, bautizo o primera comunión, se llega a consumir hasta dos toneladas.