En vigor tratado internacional sobre violencia y acoso laboral
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En Ecuador, el Ministerio de Trabajo se encargará de ponerlo en práctica.
Punto Noticias. El primer tratado internacional sobre la violencia y el acoso en el mundo laboral entró en vigor el viernes anterior, por lo que el Ministerio de Trabajo inició las acciones para implementarlo en el país.
El acuerdo fue adoptado por la Conferencia Internacional del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), de la cual Ecuador forma parte.
El convenio establece la primera definición de violencia y acoso en el mundo del trabajo, por razón de género; reconoce el derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso y prevé un marco común para la acción.
A más de Ecuador, Argentina, Fiji, Namibia, Somalia y Uruguay han adoptado también esta política internacional.
Para ejecutar el tratado, el Ministerio anunció que involucrará a empleadores, trabajadores y a la sociedad, con el fin de generar, de manera efectiva, espacios libres de violencia, acoso laboral y discriminación contra las mujeres; garantizar el acceso al trabajo formal en igualdad de condiciones; y, buscar canales adecuados para promover la igualdad de género y su inserción al mercado laboral.
La secretaría de Estado incluirá acciones para informar a la población sobre el rol de la mujer en los espacios laborales.
Se incorporó al Código del Trabajo, en 2017, la figura del acoso laboral, sancionada con visto bueno y despido, la cual aplica para agresiones por parte del empleador o compañeros de trabajo.
También hay otras legislaciones para prevenir y erradicar la violencia contra la mujer en el ámbito laboral, como la Ley para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las mujeres; la Ley para la Justicia Laboral y Reconocimiento del Trabajo en el Hogar.
Están, además, la normativa para erradicar la discriminación en el ámbito laboral y el Protocolo de Prevención y Atención de casos de Discriminación, Acoso Laboral y toda forma de Violencia contra la mujer en el trabajo.
Fuente: El Comercio.