Embarazo juvenil incide en muerte de neonatos

En Ecuador 74 por cada mil adolescentes que tienen entre 15 y 19 años de edad gestaron un bebé, según el informe anual sobre los Indicadores Básicos 2018 que elabora la Organización Panamericana de Salud (OPS). El país tiene la segunda tasa más alta de fecundidad adolescente después de Venezuela (85,3) en Sudamérica. Y entre 49 países y territorios de América está en quinto lugar, superado además solo por República Do minicana (95), Nicaragua (85,4) y Panamá (81,8).

La alta tasa de embarazo adolescente que tiene el país aumenta el riesgo de la mortalidad neonatal o de que el embarazo no llegue a buen término y el bebé muera en el vientre (mortinato), según especialistas consultados.

Es el caso de Heydi, una adolescente de 16 años que se enteró que estaba embarazada cuando tenía dos meses de gestación. Ella afirma que acudió periódicamente a los controles, pero una madrugada, cuando ya estaba en el octavo mes de embarazo, percibió dolor que ella asumió que eran de parto y acudió a un subcentro de salud. “El 10 de noviembre (último) me dijeron los doctores que de parto normal porque había esperanza de que la bebé se recupere y aunque lo hice, la niña ya tenía dos días dentro de mí muerta”.

Patricia Pinto, neonatóloga del Omni Hospital, señala que la primigesta juvenil -aquellas que tienen su primera gestación siendo menores de edad- es uno de los factores que ha aumentado las tasas de mortalidad neonatal en los últimos años en el país.

Cecilia Massache, jefa del Servicio de Neonatología del hospital de niños Roberto Gilbert, asegura que a esa unidad han llegado niñas de 11 años que ya son mamás. “Estas adolescentes van a tener mayor riesgo de presentar hipertensión, anemia o distintas patologías que conllevan a que ese embarazo pueda venirse antes de tiempo”.

Para Luis Eguiguren, especialista en cuidado intensivo pediátrico, la alta tasa de embarazo adolescente y el tema de las adicciones a las drogas que ha ido en aumento no explicaría una disminución de la mortalidad neonatal. “No lo pongo en duda (las cifras del INEC), simplemente no entiendo la correlación de las estadísticas” respecto a la reducción en el periodo de 1990 a 2014.

Más riesgo de muerte en los primeros 28 días

A nivel mundial unos 2,5 millones de niños mueren cada año en su primer mes de vida, según la Organización Mundial de la Salud, un millón en el primer día de vida y cerca de un millón en los 6 días siguientes.

En 2017, agrega la entidad, las defunciones de lactantes recién nacidos representaron el 47% del total de muertes de menores de 5 años en comparación con el 40% en 1990. Con lo que un niño corre el mayor riesgo de defunción en los primeros 28 días de vida, durante el periodo neonatal.

En respuestas enviadas a este Diario, vía e-mail, el Ministerio de Salud Pública (MSP) indica que algunas de las causas de la mortalidad neonatal no son prevenibles. Sin embargo, según la entidad, “el país está realizando esfuerzos importantes en acciones preventivas para disminuir, por ejemplo, la prematurez identificando y atendiendo a las embarazadas de riesgo”.

El MSP registra que 22 establecimientos de salud cuentan con el Servicio de Cuidados Intensivos Neonatales y que en la actualidad hay 19 atenciones a mujeres embarazadas que presentan problemáticas de consumo de alcohol y otras drogas.

Carmen Arreaga, neonatóloga del Hospital de Niños Francisco Icaza Bustamante del MSP en Guayaquil, dice que la tasa de mortalidad neonatal fue de 7,5 por cada mil nacidos vivos en 2018 en esa unidad pública.

Y añade que entre las principales causas están algunas enfermedades infecciosas como la neumonía y la meningitis. Además, acota que los recién nacidos pueden presentar asfixia perinatal, anomalías congénitas, malformaciones del sistema nervioso central, problemas gastrointestinales y cardíacos, entre otros.

Arreaga reconoce que la mayor mortalidad neonatal se da en las adolescentes porque por lo regular no tienen un adecuado control neonatal ya que ocultan su condición a sus padres.

El documento ‘Consideraciones sobre el Impacto de la Morbilidad y Mortalidad Neontatal y Pediátrica en la Salud Pública Ecuatoriana’ publicado en 2018 por la Universidad Técnica de Ambato plantea que para reducir la mortalidad neonatal es necesaria la puesta en práctica de acciones durante el embarazo que capaciten adecuadamente a la gestante.

Hay causas que pueden prevenirse con una atención adecuada y oportuna como la dificultad respiratoria y las malformaciones congénitas del corazón, según los especialistas consultados.

La prevalencia de preeclampsia, que es la presión arterial alta y signos de daño hepático o renal, asegura Patricia Pinto, neonatóloga del Omni Hospital, puede ser una condición potencialmente mortal. Esta afecta al 5% de las embarazadas, agrega. (I)