René Tamayo niega haber tenido participación en «esquema de corrupción» que se armó dentro del Secob

Quito –

«El subdirector (Jorge Jalil) estuvo al frente del proceso, es la persona que se reunió con el contratista en su oficina, en su casa y prácticamente pactó una coima. Nunca conocí de eso, nunca estuve involucrado en eso (…) Donde claramente se conoce que se llegó a un acuerdo de una coima del 12%, no me nombran y tampoco habría aceptado reuniones con ese objetivo».

En ese textual se resume un testimonio anticipado de casi una hora en la que el exdirector del Servicio de Contratación de Obras (Secob) René Tamayo asegura no tiene nada que ver en este «esquema de corrupción» que se dio en el interior del Secob y que es investigado por la Fiscalía como una delincuencia organizada relacionada con la construcción del hospital de Pedernales, en Manabí.

Tamayo aclaró que Jorge Jalil, procesado en este caso y exsubdirector técnico del Secob, fue impuesto para el cargo por el entonces asambleísta por Sucumbíos y también coprocesado Eliseo Azuero. Según él, Jalil no solo fue quien tenía la autoridad para firmar el contrato relacionado con la obra de Pedernales, sino fue además quien se reunió en «una casa del contratista en la que se negoció una coima indebida con destinatarios específicos».

Para Tamayo lo que existió en este caso fue un abuso de confianza de parte de Eliseo Azuero, ya que el ahora exlegislador y su recomendado Jalil actuaron a sus espaldas. Aún así pidió disculpas al país y en especial a la población de Pedernales, en Manabí, y se comprometió a continuar colaborando con la justicia para que se aclare este tema.

El exdirector, que mantiene arresto domiciliario, reconoció que entregó su carpeta a Azuero en julio de 2019 para que le ayude a conseguir un trabajo y así completar los dos años de jubilación que le faltaban. Poco después le llamaron del Secob para decirle que fue elegido como el director de la institución y él creyó «ingenuamente» que la selección se dio debido a su buen currículum.

Azuero le habría felicitado por la posesión en el cargo y le indicó que era necesario buscar espacios de trabajo para la gente del bloque, refiriéndose a los integrantes de la Bancada de Integración Nacional (BADI). Ese compromiso no habría sido cumplido por Tamayo, debido, dijo, a que el Secob tenía dificultades económicas e incluso se había despedido a más de 200 personas.

En su testimonio Tamayo recordó que tuvo contactos con asambleístas del BADI: recibió una llamada telefónica de Franco Romero y Washington Paredes y Fredy Alarcón lo visitaron en su oficina. Romero le habría hablado de problemas en dos centros de salud y le recomendó un nombre para un cargo; mientras que Paredes y Alarcón le hablaron de obras por concluir y de recomendados.

Respecto a los «recomendados», Tamayo sostiene que no creó nuevos cargos en el Secob para cumplir con compromisos de amigos y eso, afirma, dañó su relación con Eliseo Azuero.

A finales del 2019 el asambleísta Azuero habría convocado a Tamayo para discutir el tema de los recomendados, pues habría estado muy molesto. El entonces director habría bajado a la casa de Azuero y en la puerta de ingreso estaba el asesor del en ese momento asambleísta Daniel Mendoza, Jean Benavides. Él le habría entregado una maleta de color café cuyo destinatario debía ser Azuero.

Luego de un reclamo de Azuero por no haber cumplido Tamayo con el trato, el director del Secob le pidió al legislador le entregue las hojas de vida para ver qué gestión se podía hacer. Azuero habría abierto la maleta y junto a las carpetas con los currículum él habría observado dinero. «La maleta íntegra se quedó con Azuero, no podría afirmar cuánto dinero contenía, ni cuál era su procedencia».

Marcelo Icaza, abogado Tamayo, insiste en que su cliente desconocía de todos los acuerdos ilegales que se han mantenido en este caso. Él tiene claro que los pactos y los acuerdos se dieron en otras esferas con otras personas y los beneficiarios de esos dinero ni siquiera constan en esta investigación.

Jorge Luis Ortega, defensa de Jalil, calificó como contradictorio el testimonio de Tamayo, pues asegura que primero dice que él no conocía nada y todo se hacía a sus espaldas y luego pide al juez del caso que acepte el procedimiento abreviado en el que debe reconocer los hechos de los que Fiscalía lo acusa. (I)