Al menos 280 pacientes en lista de espera de riñones

El signo de alerta fue la anemia. Mercedes Coloma, de 67 años, nativa del cantón San Miguel (Bolívar) y quien dedicó su vida a la docencia, comenta que hace siete años se le bajaron las defensas. Presentaba presión alta y luego de exámenes, los médicos le indicaron que “tenía comprometidos ambos riñones” y determinaron que debía someterse a diálisis, tres veces por semana.

“Cuatro años, ocho meses”, responde Mercedes respecto al tiempo que dependió de las máquinas para eliminar las sustancias nocivas o tóxicas de su sangre.

Revive que estuvo en Quito y Guayaquil –ciudad donde ha residido la mayor parte– sometiéndose a sesiones de diálisis y que después pudo registrarse en la lista de quienes esperan la donación de un órgano y que fue su médico tratante, Noralma Mosquera, jefa de Nefrología en el Hospital Luis Vernaza, quien vía celular le comunicó: “Hay un riñón para usted”.

El jueves 8, el Día de la Mujer coincidirá con la conmemoración del Día Mundial del Riñón, instituido el segundo jueves de marzo desde el 2006 por la Sociedad Internacional de Nefrología y la Federación Internacional de Fundaciones Renales, y con aval de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Hospital Luis Vernaza, ubicado en el centro de Guayaquil, ejecutó el trasplante de Mercedes en el 2011, año en el que hubo 19 procedimientos.

Noralma Mosquera, jefa de Nefrología, reseña que en el 2009 efectuaron nueve trasplantes de riñón y que de ahí los registros anuales han sido progresivos. “En el 2017 hubo 22 y en el 2018, hasta el 28 de febrero, trece”, menciona, e indica que actualmente existen 280 pacientes en lista de espera.

Mercedes recibió el órgano de un hombre fallecido en un accidente de tránsito, del cual no conoció a la familia. El 28 de febrero pasado, Gilda Suárez, de 27 años, nativa de Santa Elena, fue favorecida con un órgano y espera estos días volver a reunirse con los suyos en la comuna San Pablo; entre ellos, sus hijos de 8 y 11 años y su esposo, Darwin Muñoz, quien por su trabajo en Machala no ha podido acompañarla, dice.

Siete años después, Mercedes sigue tomando medicina y sometiéndose a exámenes. “Con un riñón estoy parada”, dice la mujer al recordar que le indicaron que su pareja de órganos estaba comprometida.

Empecé con anemia y de ahí dos años estuve con diálisis, pero gracias a Dios se dio la oportunidad en el segundo llamado, primero no fui compatible, no perdí la esperanza…”.

Gilda Suárez, Paciente que recibió un trasplante

Gilda comenta que no perdió la esperanza luego de que hace dos semanas no fuera compatible con un órgano disponible. En un segundo llamado, los resultados le fueron favorables. “No comí de la emoción cuando me llamaron sino que me vine rápido a hacerme los exámenes”, expresa, luego de dar gracias a Dios por la oportunidad de mejorar su estilo de vida.

La nefróloga Mosquera comenta que luego del trasplante el paciente empieza a orinar mostrando recuperación y que suministran inmunosupresores para evitar el rechazo al órgano ajeno. Insta a la ciudadanía a la donación de órganos de parientes fallecidos. “Es una demostración de amor, es altruista (…). Ese cuerpo tiene la oportunidad de darle vida a mucha gente”, manifiesta. (I)

Mal renal en mujeres

Noralma Mosquera, jefa de Nefrología del Hospital Luis Vernaza, sostiene que la mujer tiene el 14% de probabilidades de desarrollar insuficiencia renal y los hombres, el 12%. Dice que la condición que predispone es el embarazo, ante el riesgo de preeclampsia (retención de líquidos y proteínas en la orina). “Un embarazo que no ha sido bien controlado, porque sigue habiendo la cultura de no ir a chequeos, puede llevar a la preeclampsia”, dice.

13 Trasplantes de riñón registra el hospital Vernaza en el 2018.