Más pedagogía en textos escolares para estimular criterio de estudiantes

El sesgo ideológico de ciertos libros de historia que se han utilizado desde 2016 en el sistema educativo público y también en ciertos colegios privados, y que EL UNIVERSO analizó el domingo pasado y que fue confirmado, en entrevista, por José Brito, subsecretario de Fundamentos Educativos del Ministerio de Educación, no sería nuevo en el país, según expertos consultados.

Para Pedro Crespín, profesor de Estudios Sociales, con cuarenta años de experiencia, este tipo de problemas se han presentado en gobiernos anteriores. “Yo vengo analizando libros de este tipo en el transcurso de mis años de docencia y las editoras y quienes los redactan tienden a plasmar su tendencia política”, señala.

Según el docente, que ha trabajado en establecimientos fiscales y privados, está bien que los libros contengan los hechos históricos que marcaron a una sociedad. Lo que es incorrecto es que se sanaticen ciertas corrientes ideológicas. “Claro que se debe poner la revolución bolchevique, allí el proletariado y la clase obrera consiguieron muchos logros, pero yo veo (que en los actuales libros) no se profundiza, en cambio, sobre la caída del socialismo en la década de los 90 y que se debió a que este sistema generó, entre otras cosas, pobreza”, dice.

María Castro, también docente de Estudios Sociales por más de veinte años, indica que la historia se debe enseñar de forma pedagógica y comparativa en los salones de clase para que el estudiante forme un criterio propio.

“Los libros que se les da a los estudiantes deben explicar lo malo y lo bueno tanto del capitalismo como del socialismo, sus características, pero son ellos los que tendrán que cuestionar una tendencia u otra”.

Sin embargo, Crespín sostiene que también depende del docente el análisis del contenido de los libros, ya que “el profesor fiscal (históricamente) en el país tiende a ser revolucionario, de izquierda, pero lo ideal sería que conduzca una cátedra centrada” .

Pero estos textos no serían los únicos con problemas, asegura el maestro: “Los libros que dan los municipios también tienen su parte ideológica. Por eso el docente no puede solo dar lo que está en el libro”.

Para la pedagoga Luisa Palacios, es importante que tanto maestros como alumnos tengan un material de apoyo, como los libros para mejorar el aprendizaje siempre el texto esté enfocado correctamente.

“Los niños y jóvenes ya no se quedan con lo que dice un libro, investigan en internet, pero es necesario que los textos sean objetivos para no crear confusiones”, dice.

Académicas

“Evidentemente, en los textos señalados hay una inclinación hacia la revolución ciudadana, al socialismo del siglo XXI con sus beneficios y al mismo tiempo se le quita importancia a los otros gobiernos”. (I)