Futuro del Bosque Protector Los Cedros, ubicado en Imbabura, se dirime en Corte
El inventario de animales que vive en el Bosque Protector Los Cedros, ubicado en la provincia de Imbabura, es numeroso y va en aumento a medida que se realizan más descubrimientos. Hay más de 900 especies de polillas nocturnas y mariposas. Solo el año pasado se descubrieron dos especies nuevas de insectos acuáticos, lo que evidencia su alta biodiversidad.
Ubicado a 60 kilómetros al noroccidente de Quito, estas 6.400 hectáreas (ha) de bosque montano y húmedo tropical primario alberga 317 tipos de aves como halcones, águilas, loros, búhos, tucanes, el gallito de la roca andino, el colorido quetzal de cabeza dorada y más de una veintena de colibríes.
Un árbol de copal blanco de la familia Burseraceae atrae la mirada en las caminatas por la reserva establecida en 1994. Foto: Estuardo Vera
Huellas y avistamientos ocasionales evidencian la existencia de cinco especies de felinos, el jaguarundi, el tigrillo, el ocelote, el puma y el jaguar. Además, el mono aullador de la Costa, el capuchino de cabeza blanca y el mono araña de cabeza café, que viven en la reserva cuya altitud va desde los mil metros sobre el nivel del mar hasta los 2.700 m s. n. m. en la cresta del cerro de la Plata. En el lugar nacen las vertientes de cuatro ríos: Manduriaco, Verde, Los Cedros y parte de la cuenca del Magdalena.
Esta reserva fue declarada Bosque Protector en 1994. Las especies que alberga corren el riesgo de ser afectadas por dos concesiones otorgadas por la Empresa Nacional Minera del Ecuador a la firma canadiense Cornerstone Capital Resources Inc. El proceso está en la fase de exploración inicial.
Las concesiones son Río Magdalena 1 y Río Magdalena 2 y suman una extensión de 9.909 ha. Parte de ambas concesiones cubren el 68% de la totalidad del Bosque Protector Los Cedros, cuya lista de mamíferos incluye el armadillo de nueve bandas, la nutria de río, el pecarí de collar, el venado rojo, la guanta, el ratón de bolsillo espinoso, el puercoespín, la ardilla enana occidental y la de cola roja.
En una investigación sobre árboles, cuenta Elisa Levy, coordinadora de investigación de la Estación Científica Los Cedros, solo en una hectárea se registraron 290 especies. Como comparación en la Amazonía, donde se cree que hay mayor cantidad, se han registrado hasta 170.
En orquídeas se estima unas 400 variedades en una zona, el noroccidente del Ecuador, con alto endemismo, es decir, hay especies únicas que solo se encuentran allí, concluye Levy.
Para detener la explotación minera, el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Cotacachi (Imbabura) presentó el 5 de noviembre de 2018 una acción de protección a favor del Bosque Protector Los Cedros. En la querella se denuncia la vulneración de derechos por los proyectos mineros y se exige el cumplimiento de los derechos de la naturaleza, de acuerdo a los artículos 71 y 73 de la Constitución de la República.
La decisión del juez, en primera instancia, no fue favorable por lo que se apeló y la audiencia de apelación se dio el 15 de enero de 2019, en la Corte Provincial de Imbabura. Ahí, las dos partes expusieron sus argumentos y por cuestiones de tiempo, el juez suspendió la audiencia que se reinstaló el 7 de febrero último.
Como resultado de esta diligencia se resolvió visitar, el 7 y 8 de marzo, el territorio, las comunidades y la Estación Científica ubicada en la zona para observar cuál es la situación y lo que está en riesgo.
La bromelia rosada (Tillandsia cyanea) resalta en medio de la vegetación de bosque primario. Foto: Estuardo Vera
Pero el 6 de marzo pasado, la Corte notificó que la visita se posterga por una situación de calamidad doméstica del secretario relator, para el 3, 4 y 5 de abril próximos.
Los ecosistemas del Bosque Protector Los Cedros son frágiles por lo que se advierte que si se llega a la fase de explotación minera, el sitio cambiaría sustancialmente la topografía y el flujo de aguas superficiales y subterráneas, dicen los especialistas.
Levy advierte que también se pueden dar afectaciones en la producción agropecuaria. “Los bosques regulan la temperatura y el ciclo hídrico. Cuando se pierde la cobertura de bosque hay ausencia de lluvias. Queremos que se revierta la concesión, es absurdo tener explotación minera en los últimos remanentes de bosques primarios, que cumplen con estas funciones ecosistémicas”, dice.
Los hongos gigantes se forman en los troncos de los árboles del bosque húmedo tropical. Foto: Estuardo Vera
En las inmediaciones del área protegida hay tres comunas: El Paraíso, Brillasol y Magdalena Alto. La Estación Científica Los Cedros ubicada en el interior del Bosque Protector, ha prestado sus instalaciones a estudiantes para investigaciones de sus tesis de licenciaturas, maestrías y doctorados. Profesores y universidades también han desarrollado indagaciones. (I)