El incremento de casos de COVID-19 en Tulcán mantiene en alerta a las autoridades locales, que en las últimas horas pidieron al Comité de Operaciones de Emergencia (COE) nacional autorizar la aplicación de cuatro medidas de mitigacion para frenar el avance de los contagios.

En los últimos cinco días fueron notificadas 69 personas con síntomas positivos en la capital carchense, de los 370 existentes hasta este lunes; evidenciándose además una excesiva relajación y la organización de eventos con la presencia masiva de personas. Carreras de caballos, competencias de motocross, encuentros de ecuavoley y fútbol, fiestas clandestinas, y alto consumo de licor alteraron el orden durante el fin de semana.

Cristian Benavides, alcalde de Tulcán, está pidiendo la implementación de la ley seca los fines de semana, desde las 12:00 de cada viernes hasta las 12:00 del lunes. En el documento dirigido a la ministra de Gobierno, María Paula Romo, se solicitó además decretar un confinamiento de 60 horas continuas desde los viernes a las 17:00 hasta los lunes a las 05:00.

También el incremento de dos horas más en el toque de queda diario, desde las 21:00 hasta las 05:00, y la restricción de reuniones sociales y ejecutivas con 25 personas. Andrés Puetate, gerente del Hospital Luis Gabriel Dávila, explicó que el número de pacientes aumentó a nueve semanalmente.

Al momento 20 ciudadanos están en aislamiento y ocho en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de esta casa de salud.

Jenny Tapia, intendenta de Policía de Carchi, anunció que radicalizarán los operativos con el Municipio de Tulcán y aclaró que no está autorizada la apertura de piscinas y saunas, donde según los propietarios, entrenan deportistas de alto rendimiento. No obstante, la ciudadanía está reclamando mayor difusión sobre las determinaciones y disposiciones del COE Tulcán. (I)