El Festival se realizará del 26 de septiembre al 1 de octubre y tendrá una presentación en vivo, desde Brasil, de manera gratuita

Punto Noticias. La apropiación del espacio público con performance de danza contemporánea era la esencia del Encuentro Internacional de Danza “A Cielo Abierto”. Debido a la pandemia del COVID-19, sus organizadores decidieron tomarse la virtualidad para mantener el arte escénico vivo.

Los artistas llegaban a los barrios populares de Quito, a sus Plazas y parques para presentar sus coreografías. Fernando Cruz, director del Encuentro, relató que la emergencia sanitaria deshizo todo lo planificado para este año, pero sus organizadores decidieron lanzar el evento de manera virtual, sin que pierda sus características.

En el marco de la declaratoria de Quito como Patrimonio Cultura de la Humanidad, Fernando lamentó que, antes de la pandemia, cada vez se volvía más difícil tomarse el espacio público para las expresiones artísticas. “Muchas veces el discurso queda focalizado en el tema arquitectónico o en la cultura tradicional, pero hay otras manifestaciones artísticas que usan el espacio público como una plataforma”, criticó.

El Encuentro iniciará del 26 de septiembre hasta el 1 de octubre y tendrá, dentro de su programación, dos clases magistrales con compañías internacionales de Chile y Colombia, así como conversatorios con profesionales internacionales y nacionales. En cuanto a las presentaciones, habrá dos modalidades: una propuesta artística de Brasil, que se transmitirá en vivo; y el resto serán pregrabadas con coreografías pensadas en este contexto.

El arte, dijo Fernando, ya estaba encaminado a visitar estos nuevos territorios de la tecnología y fue la pandemia la que dio el empujón para lanzarse, de lleno, a la virtualidad. “Lo que hizo la pandemia fue acelerar estos procesos, sobre todo, para las artes escénicas”, agregó.

En lo personal, extrañará siempre las presentaciones rodeado del público, sentir su calor, aplausos, además de la camaradería con las compañías extranjeras que llegaban al país en las ediciones anteriores. De ese contacto surgió una Red Internacional de Danza para fortalecer la gestión de esta expresión artística.

“El eslogan de este año es romper fronteras porque decidimos ver la parte positiva de esta situación. Poder romper las distancias y conectarnos con otras partes del planeta será muy interesante”, acotó.

El Festival decidió tomarse los espacios públicos desde su primera edición porque “la danza contemporánea estaba enfocada a un sector muy específico y nosotros consideramos que ese arte debe extenderse a todos. Llegar a vendedores ambulantes, comerciantes, transeúntes que luego de vernos se van con nueva información e inquietudes. Lo cual es gratificante”.

Aseguró que volverán a intervenir el espacio público en los siguientes años, pero en programaciones futuras también incluirán presentaciones virtuales en vivo para ampliar su difusión.