El ECU911 durante el estado de excepción por la presencia del coronavirus en Ecuador, que duró seis meses, identificó 1’497.387 registros de mal uso del servicio.

Según la entidad, si ese mal uso se lo calculara de manera secuencial, hubiera significado cerrar los centros ECU911 durante 50 días.

Habrá sanciones para quienes han hecho ese uso inadecuado.

La primera vez se sancionará con $100, en una segunda ocasión $400, en una tercera vez con $100 y como una segunda reincidencia $400.

La máxima sanción sería de $1.000.

Una persona, desde Quito, hizo 1236 llamadas de mal uso.

«Esta problemática ha afectado la operatividad del sistema ecuatoriano de emergencias en $3’833.310. El costo de una llamada indebida -que dura en promedio 1 minuto con 50 segundos- es de $2.56», indicó en un comunicado. (I).