Terminales de pasajeros funcionarán con aforo limitado del 50% en Quito
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) metropolitano resolverá si los terminales interprovinciales de pasajeros de Quito, Carcelén al norte y Quitumbe, al sur, reanudan o no su atención.
El 12 de junio lo había autorizado el COE nacional. Las boleterías amanecieron cerradas ayer, fecha prevista para su atención, sin presencia de público aunque en letreros luminosos se anunciaban las ciudades a las cuales se ofrecía el servicio.
En Carcelén hay 32 cooperativas. En Quitumbe, 96. Cubren Costa, Sierra, Amazonía.
El Municipio de Quito, que administra las terminales, informó que en la sala de espera se retiró el asiento central para mantener a los viajeros separados. Además se instalaron cámaras térmicas para medir la temperatura de los usuarios, dispensadores de gel – alcohol en cada ventanilla de las boleterías, señalética en pisos, paredes y andenes para mantener el distanciamiento social entre las personas.
Antes de la pandemia en Quitumbe había entre 15.000 a 18.000 usuarios al día. En Carcelén entre 8.000 a 9.000. El aforo será al 50% si vuelven a funcionar, indicó Agustín Albán, presidente del COE de Pichincha.
Atención hospitalaria
Ante las inquietudes sobre la capacidad del sistema de salud, Albán señaló que en las últimas 5 o 6 semanas, ha operado a su máxima capacidad.
Afirmó que las camas de hospitalización para atender coronavirus pasaron de 521 a 826, y de unidades de cuidados intensivos, de 120 a 271, entre el 10 de abril y ayer.
Al hacer una evaluación del paso de semáforo rojo a amarillo, Albán señaló que hay un aumento en casos pero no descontrolado.
«Si ha habido un incremento, el porcentaje no se ha disparado (…) Entonces creemos que se ha logrado en Quito aplanar la curva, hemos podido retomar la productividad (…) el cambio de semáforo es para podernos reintegrar a las actividades productivas, con orden y poder regresar a una nueva normalidad», acotó.
El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, calificó como «situación crítica» a Quito debido a que las camas para tratar coronavirus están llenas. Además que hay gente que está esperando para ser transferido a unidad de cuidados intensivos pero eso no quiere decir, aseguró, que haya gente desatendida.
Explicó que una manera para contener la pandemia ha sido, por ejemplo, la adaptación de salas enteras de emergencia a salas para tratar COVID-19.
Albán considera que en julio habrá incremento de casos pero cada vez menor. (I)