El calor podría poner en peligro tus neumáticos
El calor podría poner en peligro tus neumáticos. Con la llegada de las altas temperaturas, muchos conductores se preocupan por tener el aire acondicionado a punto o un buen parasol que evite el sobrecalentamiento. Pero, ¿qué sucede con los neumáticos? El calor puede hacer que la presión de las llantas fluctúe, lo que afectará al manejo y al ahorro de combustible de tu vehículo. Así que es momento de aprender cómo cambiar la presión de las ruedas según el clima. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Antes de adentrarnos en el cambio de la presión, lo primero que debemos conocer es rango sugerido por el fabricante del vehículo. Independientemente de la época del año, es importante que las ruedas se mantengan lo más cerca posible del nivel de presión recomendado. Esto ayuda a evitar problemas inesperados como pinchazos, mayor desgaste o reventones.
Lo interesante es saber cómo reacciona un neumático a la acumulación de calor y presión durante la conducción. Algunos modelos están diseñados para combatir este fenómeno, pero aún pueden aparecer problemas. Conducir con neumáticos fuera de las condiciones previstas es una forma de hacer que la resistencia al calor sea inútil.
Los neumáticos se calientan cuando están rodando en todas las condiciones climáticas. Sin embargo, esta acumulación de calor será mucho menor si los neumáticos se usan correctamente. Es decir, teniendo en cuenta los hábitos de conducción (frenadas bruscas, altas velocidades, giros violentos e incluso a los problemas mecánicos del vehículo) como a las temperaturas exteriores.
¿Hay que cambiar la presión en verano?
El aumento de las temperaturas en el verano también puede provocar una mayor fricción entre los neumáticos y la carretera, lo que aumenta el desgaste y la temperatura de los neumáticos. Esto puede hacer que la presión de los neumáticos disminuya aún más, lo que puede provocar una mayor resistencia a la rodadura, lo que a su vez disminuye la eficiencia del combustible.
Es recomendable cambiar la presión de los neumáticos cuando hace calor, ya que la temperatura afecta la presión del aire en el interior de los neumáticos. Cuando la temperatura aumenta, el aire dentro de los neumáticos se expande y aumenta la presión, lo que puede llevar a una presión excesiva de los neumáticos. Sin embargo, la presión tendrá que ser la indicada por el fabricante, y como máximo tener un exceso de 0,3 bar en caso de calor extremo.
Por lo tanto, es importante verificar la presión de los neumáticos regularmente, especialmente durante los cambios de temperatura. Si la presión es demasiado alta, se debe reducir para evitar un desgaste excesivo y peligroso de los neumáticos, así como una disminución en la eficiencia del combustible. Por otro lado, si la presión es demasiado baja, los neumáticos pueden sobrecalentarse y dañarse, lo que también puede ser peligroso.
¿Podrían explotar?
Los neumáticos pueden explotar cuando pasan demasiado tiempo en un estado demasiado inflado. Si normalmente mantienes la presión en el rango ideal, pero te olvidas de revisarlas en un día particularmente caluroso, es poco probable que exploten.
Sin embargo, si no lo comprobamos con regularidad podemos provocar que las llantas se desgasten debido a la sobre inflación. Cuando los neumáticos se desgastan de esta manera, hay más posibilidades de que se produzca un reventón. Y sí, muchas personas suelen confundir un reventón con un pinchazo, ya que en ambos casos el neumático termina pinchado. Sin embargo, un reventón es más una explosión rápida, mientras que un pinchazo describe una fuga más lenta que ocurre con el tiempo.
Pero sí, los neumáticos pueden explotar en los días calurosos, aunque esto solo tiende a ocurrir cuando se ha ignorado un neumático demasiado inflado durante mucho tiempo.
Comprueba el aire
La presión de los neumáticos cambia con la temperatura, lo que significa que puede cambiar diariamente o incluso cada hora. Los expertos recomiendan revisar la presión de las llantas al menos una vez al mes. Eso debe hacerse antes de comenzar a conducir durante el día para obtener la lectura más precisa. Cuando el coche lleva unos cuantos kilómetros de rodaje, es normal que la rueda se caliente y pueda dar una lectura menos exacta.
Si echas un vistazo a tus neumáticos, verá un número relacionado con kPa. Este es el máximo recomendado para tus llantas, aunque no siempre es el número ideal para los neumáticos. Para encontrar el kPa ideal para las llantas, abre la puerta del lado del conductor y observa la etiqueta colocada en el interior de la puerta por el fabricante. Ese número es al que hay que apuntar.
Para comprobar la presión de los neumáticos hay que seguir estos pasos:
- Ve a un medidor de presión en gasolineras o en tiendas de automóviles.
- Con un manómetro en la mano, encuentra las válvulas de tus llantas. Estos son como pequeños tallos que sobresalen.
- Comprueba el indicador para asegurarte de que el palo blanco esté completamente dentro de la cubierta.
- Inserta la válvula en el orificio del lado redondeado del manómetro.
- Lee el indicador comenzando por el número más bajo. El número descubierto más alto es la presión de tu neumático.
- Ahora solo tendrás que comparar la lectura con el kPa recomendado por el fabricante. Si el número de la lectura es más bajo, tendrás que agregar más aire a la llanta. Si el número es mayor, habrá que eliminar.