Industria alimentaria creció durante la pandemia

El analista económico Fidel Márquez explica que aparte de las empresas relacionadas con el área de la salud y comercio en línea, también han registrado un importante crecimiento aquellas compañías dedicadas a la producción de alimentos, especialmente conservas, pastas y artículos no perecederos ideales para almacenar.

Según una proyección del Programa Mundial de Alimentos, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), debido al impacto del coronavirus en el mundo 265 millones de personas podrían sufrir hambre en 2020, es decir, casi el doble que en el 2019. “Entonces la industria de alimentos jugará un papel importantísimo a nivel global, especialmente la parte agrícola y de enlatados, por eso el futuro del país podría y debe estar en manos de este tipo de producciones para su desarrollo económico”, enfatiza Márquez.

Andrés Jerves, gerente de Desarrollo para América Latina de la multinacional Otis McAllister, empresa que tiene más de 100 años en el mercado de alimentos, menciona que “el consumo de productos básicos se incrementó de manera importante, la gente compra para consumir y para guardar, al mismo tiempo busca productos más sanos y de mayor duración, porque la movilidad está reducida”, explica.

Otis McAllister exportaba alrededor de 200 toneladas de producto terminado por mes en Ecuador, cuando apareció la pandemia la demanda para su producción se incrementó más de 150 % (marzo y abril). La empresa solo alcanzó a cubrir el 80 % adicional de la demanda, por dos motivos: las políticas de movilidad afectaron debido a que las empresas estaban subutilizadas y la gente se empezó a enfermar sobre todo en los ejes de producción de la materia prima. Actualmente esas cifras se han estabilizado en un incremento de entre 40 % y 60 %, cifras que van de la mano con la demanda local que también aumentó y se prevé que la tendencia se mantenga hasta el otro año.

En esta apreciación coinciden los directivos de Sumesa S. A., una empresa con más de 40 años en el mercado dedicada a la producción de sazonadores, bebidas para diluir y principalmente pastas. Esta compañía, a diferencia de otras, no tuvo que despedir a nadie. Mientras, la pasta fue y es uno de sus productos con mayor demanda.

“Económicamente hemos crecido en ventas, pero también hemos tenido dificultades para comprar materia prima porque la demanda era tan grande, cincuenta por ciento más, que no teníamos suficiente dinero y tuvimos que recurrir a préstamos”, comenta Jorge García Torres, presidente ejecutivo de Sumesa S. A.

El economista Héctor Delgado asegura que hay que tener en cuenta que esta situación es temporal y cree que una vez que la pandemia sea superada las personas irán nuevamente en gran porcentaje a consumir los alimentos perecederos. “Lo importante es que quienes producen estos alimentos estén preparados para una situación similar a la que estamos viviendo. Si volvemos a vivir algo así, estas industrias deben estar listas y también recibir el apoyo del Gobierno para además desarrollar una línea de alimentos que tenga más duración”, finalizó. (I)