El agua de lluvia ya no es potable en ningún sitio del planeta
La situación de sequía que vivimos en España nos hace desear que llueva cuanto antes. Precisamente sobre la lluvia trata un nuevo estudio de la Universidad de Estocolmo y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich, quienes han comprobado la composición del agua de lluvia en diferentes entornos. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram ingresa al siguiente enlace.
Lo más destacado, entre una serie de otros valores de interés, es que el agua de lluvia, pese a que no sea la opción principal para beber, ya no es potable en ninguna parte del mundo debido a la presencia de PFAS. Ni siquiera en regiones tan remotas como la Antártida o el Tíbet.
Adiós al agua de lluvia
Los resultados de la investigación, publicados en Environmental Science & Technology, muestran presencia de sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas, que llamaremos simplemente PFAS por sus siglas en inglés.
Según las muestras, la presencia de ácido perfluorooctanoico (PFOA), también conocido como C8 y perfluorooctanoato en el agua de lluvia supera los rangos seguros para beber. “Según las últimas pautas de Estados Unidos para PFOA en el agua potable, el agua de lluvia en todas partes se consideraría insegura para beber. Aunque en el mundo industrial no solemos beber agua de lluvia, muchas personas en todo el mundo esperan que sea segura para beber y que suministre muchas de nuestras fuentes de agua potable”, dijo Ian Cousins, autor principal del estudio y profesor del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Estocolmo.
El equipo de esta universidad ha realizado trabajos de laboratorio y de campo sobre la presencia atmosférica y el transporte de PFAS durante la última década. Con los datos analizados, han notado que los niveles dañinos de algunos PFAS en la atmósfera no están disminuyendo notablemente a pesar de que el principal fabricante, 3M, los eliminó gradualmente hace ya dos décadas.
Se sabe que los PFAS son altamente persistentes, pero su presencia continua en la atmósfera también se debe a sus propiedades y procesos naturales que reciclan continuamente las PFAS de regreso a la atmósfera desde el entorno de la superficie. Un proceso de ciclo natural importante para los PFAS es el transporte del agua de mar al aire marino mediante aerosoles marinos, que es otra área de investigación activa para el equipo de la Universidad de Estocolmo.
Los PFAS son perjudiciales para la salud
PFAS es un nombre colectivo para sustancias altamente fluoradas que tienen una estructura química similar. Todos los PFAS son extremadamente persistentes en el medio ambiente o se descomponen en PFAS extremadamente persistentes, lo que les ha valido el apodo de “productos químicos eternos”.
Si los seres humanos, o los animales, ingieren PFAS (comiendo alimentos o bebiendo agua que contenga PFAS), las PFAS se absorben y pueden acumularse en el cuerpo. Las PFAS permanecen en el cuerpo humano largo tiempo. Por lo tanto, a medida que la gente se expone a las PFAS de distintas fuentes a lo largo del tiempo, el nivel de PFAS en el cuerpo puede aumentar hasta el punto en que sufran efectos perjudiciales para la salud.
Las PFAS se han relacionado con una amplia gama de daños graves para la salud, incluidos el cáncer, problemas de aprendizaje y de conducta en los niños, infertilidad y complicaciones del embarazo, aumento del colesterol y problemas del sistema inmunitario.
La Dra. Jane Muncke, directora general de la Fundación Food Packaging Forum en Zúrich, Suiza, y que no participó en la investigación, señala: “No puede ser que unos pocos se beneficien económicamente mientras contaminan el agua potable de millones de personas y causan graves problemas de salud. Las grandes cantidades que costará reducir el PFAS en el agua potable a niveles que sean seguros según el conocimiento científico actual deben ser pagados por la industria que produce y usa estos químicos tóxicos. El momento de actuar es ahora”.