El adiós a un Bond
El adiós a un Bond
El actor inglés Roger Moore falleció ayer en Suiza a los 89 años, debido a un cáncer, según anunció su familia. Es el primer adiós a un intérprete del agente 007.
Moore, en concreto, fue Bond, en siete películas de la saga oficial. Sustituyó a Sean Connery en el papel, que mantuvo entre 1973 y 1985, siendo el actor que más veces ha interpretado en el cine al personaje creado por Ian Fleming.
«El afecto que nuestro padre sintió cada vez que se subió a un escenario o se puso frente a una cámara le empujó a seguir trabajando con 90 años. Gracias Papá, por ser tú y por ser tan especial para tanta gente», se lee en un comunicado difundido por sus hijos.
‘Vive y deja morir’, ‘El hombre de la pistola de oro’, ‘La espía que me amó’ —su favorito—, ‘Moonraker’, ‘Solo para sus ojos’, ‘Octopussy’ y ‘Panorama para matar’ son sus siete filmes de Bond. Fue el tercer actor de la historia en asumir el papel del agente 007, tras George Lazenby y Connery; le sustituyó Timothy Dalton, aunque Moore nunca vio los filmes de su sucesor, por miedo a que no le gustaran y su «honestidad en las entrevistas» le traicionara.
El legado
El británico fue, a la vez, el actor que asumió y dejó el papel del espía en edad más avanzada: debutó en el rol con 45 años y colgó traje y pistolas con 57, cuando, tal como admitió, las chicas Bond con las que mantenía romances en las películas podían ser sus hijas, o incluso nietas: «Básicamente, era demasiado viejo para el papel».
De hecho, se planteó dejarlo ya cuatro años antes, en 1981, tras ‘Solo para sus ojos’, y su última aparición en la piel del personaje, en ‘Panorama para matar’, le horrorizó. Aun así, el guion de la siguiente entrega, Alta tensión, se escribió pensando en él, y fue amoldado a toda prisa a Dalton.
Más allá de sus papeles más conocidos, el currículo cinematográfico de Moore cuenta con más de 50 filmes y apariciones televisivas, desde aquel centurión que interpretó en César y Cleopatra (1945).
Hasta interpretó a Sherlock Holmes, en una película para la pantalla pequeña de 1976; sin embargo, su rol preferido fue uno real: ser embajador de Unicef.
Se llevó hasta un Oscar, y sin haber sido nominado siquiera: entregaba el premio al mejor actor en 1973, año en que el ganador, Marlon Brando, nunca apareció y envió a la actriz de origen indio Sacheen Littlefeather a rechazar el galardón. Así que la estatuilla quedó en manos, y luego en casa, de Moore.
El Dato
Fue el Agente 007 que más puros fumó: su contrato le proporcionaba una dotación ilimitada de habanos Montecristo.