El 70% del agua potable de Quito se vio comprometida por el derrame de 10.000 galones de diésel.

Punto Noticias.- Vecinos del norte de Quito denunciaron, a través de Twitter, que el agua tiene olor a diésel, el sabor es extraño y tiene un color raro. Los ciudadanos atribuyen este fenómeno al derrame de diésel en la planta de tratamiento de Papallacta, tras un accidente de tránsito que ocurrió este fin de semana.

A pesar de que la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito (Epmaps) anunció que es seguro utilizar el agua del grifo, debido a que realizó diferentes pruebas dentro de las piscinas de captación de líquido vital y no encontró la presencia de hidrocarburos; los moradores de diferentes partes de la zona norte manifestaron que el agua está contaminada.

“Vivo en Carcelén y muchos de mis vecinos y yo también hemos notado un olor extraño (a combustible); ojalá esta administración del agua no nos haga tener problemas de salud por incompetencia o negligencia”, mencionó un usuario.

Por otra parte, la Empmaps mencionó que está atendiendo las denuncias de los ciudadanos del norte de la Capital. Hasta el momento, Luís Collaguazo, gerente de operaciones en Guangüiltagua mencionó que la organización atendió el día de ayer a los llamados de las personas en Amagasí del Inca, Tumbaco (La morita y Cumbayá) y el sector de Calderón.

“Ayer en el sector de Amagasí del Inca ya se hizo la toma de muestras y se hizo el respectivo examen de laboratorio y se identificó que no existe ningún riesgo”.

En la planta del Parque Metropolitano Guangüitagua se recepta el líquido vital que es distribuido a las zonas del norte de la ciudad. No obstante, hasta el día de hoy, las personas anunciaron que, en San Carlos, el agua huele a gasolina:

“El agua en el barrio de San Carlos, parroquia La Concepción, huele a gasolina. ¿Es apta para el consumo humano? ¿Cuánto tiempo durará la situación?”.

El derrame afectó todos los barrios del norte de la ciudad, que se encuentran desde la avenida “La Colón” hasta el sector de Carapungo, en conjunto con los valles de Tumbaco y Cumbayá. Las personas hicieron varias preguntas a la Epmaps y al municipio de Quito con la finalidad de encontrar una solución al problema:

“El agua en el sector de la Guangüiltagua y el Batán Alto tiene un fuerte olor a combustible y esta turbia. ¿Hicieron verificación en toda la ciudad? ¿Qué hacemos?”

El 70% del agua potable de Quito se vio comprometida por el derrame de10.000 galones de combustible (unos 38.000 litros). No obstante, los bomberos lograron recuperar 8.000 galones de diésel en la zona del accidente. Actualmente, las autoridades están analizando y receptando la información para detectar el paradero de los 2.000 galones restantes, que no recuperó el cuerpo de bomberos

N.A.

Fuentes: Epmaps/ Radio La calle/ France24/ El Comercio