Ecuador se halla, al menos hasta las 16:00 de este 3 de marzo de 2020 en que se escribe este artículo, en el nivel 2 en cuanto a la definición epidemiológica del coronavirus. Las autoridades de salud esperan que el próximo nivel no llegue, o tarde en presentarse. Y, siendo positivos, incluso se aspira a no alcanzar ese grado.

Pero esta última posibilidad es incierta, porque como va evolucionando el mal en el mundo es más seguro que se dé, como en algunos países. Luego de que el virus, bautizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como COVID-19, apareciera el 7 de enero de 2020 en la ciudad china de Wuhan, hasta la tarde de este martes 3 de marzo ya está presente en 70 países donde se registran casi 100 000 casos y 3000 muertes.

En Ecuador se oficializó el primer caso el pasado sábado 29 de febrero, cuando una paciente que llegó de España el día 19 dio positivo para el mal. Su estado es crítico. Ese es el primer nivel, el de un caso importado presente en el país. El segundo saltó el domingo, al día siguiente, cuando la ministra de Salud, Catalina Andramuño, informó de otros cinco casos, que ya para el lunes eran seis. Estos corresponden a personas del entorno familiar de la paciente y constituye el nivel 2.

El 3 será cuando se den casos autóctonos, es decir, en personas que no son del entorno familiar de la primera enferma y no han viajado y se presenten brotes de la enfermedad en varias ciudades o provincias. “Si llega, debemos estar preparados, las autoridades de salud y todos los ecuatorianos”, dijo el lunes la ministra Andramuño, en un conversatorio con editores y directores de una veintena de medios nacionales de prensa, radio y televisión.

Esa cita, que se dio en el Gobierno zonal, norte de Guayaquil, se desarrolló sin grabadoras ni cámaras, incluso los asistentes debieron dejar sus celulares en la recepción. La temática tratada respecto al coronavirus fue amplia y al final se nos dijo que sí se podía publicar todo lo allí expuesto.

El objetivo, según la secretaria de Estado, es transparentar en lo posible la información y evitar que publicaciones falsas que circulen en las redes sociales sean vistas como reales.

No exponer

No revelar nombres ni fotos de pacientes ni de quienes son parte del grupo de vigilancia epidemiológica, tampoco los lugares exactos de residencia, es uno de los parámetros que sigue el Ministerio de Salud, para evitar exposición y discriminación de estas personas.

La ministra Andramuño llama a la prensa, a los portales web y a los ciudadanos en general a no hacerlo.

Aislamiento

La ministra insistió en que el aislamiento domiciliario que deben cumplir las personas bajo observación o con síntomas y que no necesitan hospitalización está acorde con los lineamientos establecidos por la OMS y la OPS. Personal de salud hace dos visitas diarias a estas personas.

¿Qué hacer si se escapan y salen a la calle? Andramuño hizo un llamado a la corresponsabilidad de esas personas. No se puede encerrarlas en un solo lugar, deben estar en su casa, con vigilancia médica y ellos deben estar conscientes de que deben permanecer allí, si es posible en una habitación cerrada para no exponer inclusive a sus propios familiares, pues la transmisión del coronavirus es de persona a persona, con los líquidos que se expulsan al toser o estornudar.

Presupuesto

El manejo de la contingencia demanda un gasto extraordinario por la compra de reactivos para las pruebas, de insumos de protección, medicinas y más. El presidente Lenín Moreno ha dispuesto la entrega esta semana de 60 millones de dólares, según la ministra.

Un solo laboratorio

El Instituto Nacional de Investigación en Salud Pública (Inspi) es el único que realiza las pruebas para determinar si son positivos o negativos los casos de coronavirus en Ecuador. ¿Por qué, si lo podrían hacer entidades privadas también? El director del ente, Alfredo Bruno, destacó que a nivel mundial, todos los países designan su centro oficial. En este caso, el Inspi tiene certificaciones internacionales y está en conexión con el resto del mundo. Hay reactivos suficientes para las pruebas, dice.

Mayor riesgo

El riesgo de mortalidad es de un 3 % por el coronavirus, menor al de la influenza tipo H1N1, que años atrás se regó por el mundo y tuvo una letalidad del 10 %. El COVID-19 tiene la particularidad de ser altamente contagioso, destacó Bruno. Se anotó que el grupo que más se contagia es el que labora en los hospitales y centros de salud, por lo que se los capacita y dota de implementos. Lavado de manos y desinfección son las armas, reiteraron los funcionarios. (I)