Reglas para la quema del año viejo en Guayaquil

Dónde surgió la tradición de quemar los Años Viejos en Ecuador

La tradición de la quema de los Años Viejos o monigotes surgió en medio de un hecho trágico, que poco a poco fue transformándose hasta consolidarse como un ritual festivo para despedirse de los males del año que termina. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

 

En 1895 existía una alerta por la amenaza de una fiebre amarilla para los habitantes de Guayaquil. Como una medida de prevención, los habitantes de la ciudad quemaron la ropa de sus seres queridos fallecidos junto a paja y ramas.

 

Estos fueron «colocados en las vías y a las cero horas se los quemaba para ahuyentar la peste y con la esperanza de dejar atrás todo lo malo e iniciar un nuevo año lleno de ilusiones», detalla el Ministerio de Cultura de Ecuador.

 

También historiadores detallan que la quema de los Años Viejos tendría su origen en un castigo a Judas
Iscariote, quien traicionó a Jesús de acuerdo a la tradición bíblica. Este escarmiento consistía en quemar un monigote que simbolizaba al discípulo y se realizaba en la época de Semana Santa, durante el régimen colonial.

 

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Actualmente las figuras de los Años Viejos que predominan son de carácter político. Esta iniciativa de recrear a estos personajes empezó en 1871, cuando gobernaba Gabriel García Moreno. Previo a las celebraciones decembrinas se había prohibido cualquier actividad relacionada a las festividades por temor a que los liberales alteraran el orden público con pretexto de la celebración de la Navidad y el Año Nuevo con la manipulación de cohetes o la quema de monigotes.

 

Sin embargo, unos jóvenes decidieron confeccionar un monigote gracioso y acudieron a pedir permiso a la Intendencia de Guayaquil. Allí realizaron la petición, pero al mostrarle el muñeco que era muy parecido al expresidente fueron arrestados y, posteriormente, destruyeron el Año Viejo, según se detalla en la crónica del periodista e historiador Rodrigo Chávez González publicada en 1961.

 

Con todos estos antecedentes, la historia señala que la tradición de quemar un monigote empezó en Ecuador y posteriormente se expandió a otros países, como Colombia, Venezuela y México.

 

Tras el paso de los años, el origen trágico e histórico se transformó en una fiesta con humor, algarabía y picardía que ha trascendido fronteras. Además, a ello se sumó la caracterización de las viudas y la implementación de disfraces.

 

No obstante, el sentido de dejar todo lo malo atrás para que el año nuevo sea mejor se mantiene. Antes los Años Viejos se elaboraban con ropa vieja, rellena de paja o aserrín, pero ahora predomina el cartón, el papel y la pintura.

 

De igual forma, los artesanos, sobre todo en Guayaquil, elaboran figura de seis metros y los exhiben días previos, atrayendo a miles de turistas nacionales y extranjeros. Entre las figuras que predominan están:

  • Personajes políticos: para reflejar la crítica social.
  • Personajes de ficción: superhéroes, villanos, protagonistas de películas y otros.
  • Eventos relevantes: hechos que marcaron el año y tomaron relevancia a escala nacional o internacional.