
Dime qué comes y te diré a qué sabe tu semen mitos verdades y consejos
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Una experta cuenta cómo cuidar el sabor del semen sin mitos ni exageraciones.
El semen, ese fluido que se libera durante la eyaculación, tiene una misión clara: transportar los espermatozoides para facilitar la fecundación.
Su ‘receta’ química se arma en la próstata, las vesículas seminales y las glándulas de Cowper, y está hecha de fructosa, ácido cítrico, zinc, calcio y espermina. Por eso, su sabor suele ser ligeramente amargo y su olor recuerda al cloro: es la biología haciendo su trabajo.
Dime qué comes y te diré a qué sabe tu semen: mitos, verdades y consejos
Aquí es donde entran los mitos. Aunque muchos aseguran que lo que comes puede endulzar o amargar tu semen, la ciencia aún no lo respalda completamente, según Maria Laura Lopez, catedrática de la Facultad de Ciencias Médicas de la Salud y de la Vida de la UIDE.
Lo que sí sabemos es que mantener hábitos saludables y una buena hidratación puede ayudar a que su sabor sea más neutro. Piensa en esto como una especie de ‘efecto sudor’: tu dieta influye, pero no lo transforma por completo.
Hidratación y hábitos, la clave
Beber suficiente agua hace que el semen sea más ligero y menos concentrado, reduciendo su amargor. Y aunque la dieta puede aportar ligeros cambios, su composición principal está dictada por la biología masculina: el semen está diseñado para alimentar a los espermatozoides, no para complacer el paladar.
Mitos y verdades
¿Frutas como piña o kiwi? Pueden atenuar el amargor, pero no lo vuelven dulce, dice la experta.
¿Lácteos, carnes rojas o condimentos fuertes? Sí, pueden intensificar su concentración y amargor, como ocurre con otros fluidos del cuerpo.
Consejos prácticos
La higiene personal es fundamental. Mantener hábitos saludables, hidratarse y cuidar la alimentación puede hacer que su sabor sea más neutro, aunque no existen fórmulas mágicas.