Destacan beneficios de la economía ecológica en Conferencia de las Partes
Unos 700 representantes de todo el mundo se reúnen desde el martes en Quito para estudiar estrategias que permitan proteger a varias especies migratorias en peligro de extinción, como los tiburones, claves para el equilibrio en los ecosistemas marinos.
Se trata de la XI Convención Mundial por la Protección de Especies Migratorias Silvestres, un encuentro auspiciado por el Programa de Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA) y co-organizado por el Ministerio del Ambiente de Ecuador.
Son 32 las especies migratorias amenazadas las que se han propuesto para ser incluidas en las listas de la Convención, entre ellas el oso polar, el león africano y más de 20 especies de tiburones.
Se ha puesto énfasis en la protección del tiburón cabeza de martillo, el sedoso y el zorro, variedades vulnerables y en peligro de extinción que requieren protección urgente y extendida en todo el mundo.
En general, se calcula que cada año se pesca unos 100 millones de tiburones y se estima que la mitad de subespecies escuálidas y rayas están en peligro de extinción.
Un panel ministerial de alto nivel desarrollado este lunes en Quito coincidió en señalar que la aplicación de economías ecológicas será lo que permitirá lograr un desarrollo con bienestar social.
Los expertos convocados para la undécima reunión de las partes de la Convención sobre la Conservación de Especies Migratorias de Animales Silvestres (COP 11) debatieron sobre la posibilidad de unir el cuidado de la naturaleza con la economía ecológica de manera de hallar soluciones para proteger la vida silvestre internacional.
«La economía verde es la economía del futuro, nosotros somos los encargados de lograr un cambio en el paradigma para mejorar el bienestar del ser humano y la equidad social, reduciendo de esta manera los riesgos ambientales y ecológicos», planteó el experto ambiental Steven W. Stone.
Su postura fue compartida por el secretario ejecutivo de la COP 11, Brandee Chambers, quien señaló que es la primera vez que se debaten globalmente «varios enfoques sobre los lineamientos de aplicación de una economía verde relacionada al respeto de la naturaleza».
La ministra de Ambiente, Lorena Tapia, pidió que las ideas innovadoras que se discutirán en las deliberaciones de 700 expertos de 119 países a partir de este martes con el fin de proteger las especies migratorias se convieran en resoluciones prácticas.
Tapia enfatizó que es posible trabajar con «un modelo de desarrollo humano que mire a la naturaleza como un eje transversal y que sea un factor que fortalezca el desarrollo».
La convención impulsa la conservación de 117 especies en peligro de extinción y promueve la restauración de sus hábitat para atenuar los obstáculos que se presentan en el proceso de migración y controlar otros factores que puedan ponerlas en peligro.
En el encuentro de Quito se estudiarán, además, planes para fortalecer la conservación de la oveja Argali, de las tortugas «bobas» del océano Pacífico y el halcón Sacre.
También se discutirá la elaboración de un programa de trabajo sobre cambio climático y especies migratorias y se prevé dictar directrices sobre prevención de envenenamiento, matanza, captura y comercio ilegal de aves migratorias.
El manejo de desechos marinos y el impacto de la tecnología en energía renovable sobre las especies migratorias forman, asimismo, parte de la temática de la Convención, que analizará una iniciativa de Asia Central para la conservación de las grandes migraciones de mamíferos en esa región.
Los expertos debatirán en Quito las mejores opciones para incrementar el cuidado de especies migratorias hasta el 9 de noviembre.
La Conferencia de las Partes (COP, por sus siglas en inglés) de la Convención de Especies Migratorias, es un tratado internacional de Naciones Unidas que reúne cada tres años a los países suscriptores.