Con receta manabita, chonense triunfa con longaniza

Chone –

De una necesidad nació todo. A Ludgardo Loza no le alcanzaba el sueldo de conserje de una unidad educativa para mantener a su familia. Así que comenzó por lo que sabía hacer: rellenar longanizas junto con su esposa para vendérselas a sus amigos y vecinos.

Él aprovechó los conocimientos ancestrales de cocina que heredó de sus familiares. Y empleó la receta manabita típica de antaño, que ha pasado por varias generaciones.

Aquello fue hace catorce años y hoy este producto, que tiene acogida nacional e internacional, es elogiado por familias chonenses que radican en otras ciudades de Ecuador y en el exterior, como en Estados Unidos, España e Italia. Esto pese a que Loza todavía no exporta su producto.

Él es oriundo de la parroquia San Antonio, donde puso la fábrica de embutidos Don Loza, ubicada en el kilómetro 2 de la vía Chone-Boyacá. Ahí trabajan quince chonenses que mantienen la forma tradicional de hacer las longanizas manabitas, el producto estrella y cuya fórmula original es el secreto mejor guardado de su dueño.

Estas longanizas y otros productos se venden además en tiendas y multinacionales de Quito, Guayaquil y varios cantones de la provincia.

Loza cuenta que produce 20 quintales de longaniza a la semana, con variedades de pollo, chicharrón, chuleta y costillas de chancho. Para él, lo primordial es mantener la receta típica de antaño para mostrar el buen sabor y la calidad de los productos que se hacen en Chone.

Carlos Ferrín, un ecuatoriano que radica en California, EE. UU., es uno de los consumidores de este producto. Sus familiares se lo envían cada dos meses. Lo mismo sucede con otros chonenses radicados en Génova, Italia. (F)