Considera que el pacto funciona para radicalizar la agenda neoliberal.

Punto Noticias. A criterio de David Chávez, analista político, no hay nada nuevo en la manera en que la Asamblea Nacional aprobó las dos leyes urgentes, propuestas por el Gobierno de Lenín Moreno.

A su entender, a pesar de las peleas, subsiste un sólido acuerdo, un pacto de dominación, con las fuerzas políticas que han sostenido al Ejecutivo, desde un poco más de dos años atrás.

Está convencido, Chávez, de que no hay un conflicto de fondo entre esas tiendas políticas con el Gobierno, como quieren hacer creer a la ciudadanía, porque el pacto sigue funcionando. Lo que sí ha existido son reacomodos, anotó.

Para el analista, la prueba es la aprobación de las leyes, a las que tildó de infames, que es uno de los episodios más infames vividos en la historia política del Ecuador, porque se aprovechó de la dolorosa situación en la que nos encontramos, no para resolverla, sino para radicalizar la agenda neoliberal.

Chávez deploró que el Gobierno, junto con sus aliados, utilice las dificultades que existen para que haya una reacción popular, porque el único canal democrático que tienen las mayorías, para expresar su malestar, son las calles. Y en la pandemia esos es muy difícil de hacer.

“Las leyes son la consagración del más agresivo y violento programa neoliberal, del que tengamos memoria en el Ecuador. Ni el señor Dahik, ni el señor Augusto de la Torre, cuando estuvieron en los gobierno que ya produjeron varias catástrofes en el país, ninguna tan grave como la que van a producir ahora, fueron tan agresivos ni virulentos con el neoliberalismo, como están siendo ahora”, advirtió el analista.

En su opinión, este es un Gobierno de los empresarios y las normas aprobadas por la Legislatura lo que hacen es legalizar la dictadura empresarial, bajo la que hemos estado viviendo.

Chávez alerta que el problema esta en que, mientras el pacto del Gobierno es sólido, ha logrado una gran concentración de poder y un ejercicio autoritario de los grupos económicos y políticos, absolutamente minoritarios, hay muy pocos canales políticos para poder responder, resistir y hacer frente a esta confrontación, a esta lucha de clase.